Tras 26 años de servicio pastoral, Fray Rubén Jesús Sica dejará el Santuario Virgen de la Peña, marcando un antes y un después en la vida de la comunidad de Tartagal y de toda la región. Su paso por el norte argentino se caracterizó por un profundo amor hacia la Virgen de la Peña, devoción que se tradujo en acciones concretas de cuidado, acompañamiento y transformación.
Un hombre de fe y obras
El testimonio de Fray Rubén no se limitó al ámbito espiritual. Su presencia fortaleció el crecimiento del paraje cercano al Santuario, impulsando mejoras que cambiaron la vida de las familias:
Instalación de servicio eléctrico y agua potable.
Construcción del asfalto hasta el Santuario.
Creación de un sector de parrillas para la recreación.
Impulso del Festival “Tartagal Canta a la Vida”, vigente desde hace más de 20 años.
Declaración del lugar como reserva ecológica.
Su visión fue doble: alimentar la fe y convertir el Santuario en un motor de turismo religioso, generando desarrollo económico y social para toda la región.

Virgen de la Peña
Compromiso con la comunidad
Además de las obras materiales, Fray Rubén se destacó por su labor pastoral y social. Fue defensor de la vida, acompañando campañas en Tartagal, visitando hospitales y clínicas, brindando consuelo espiritual a familias y fortaleciendo la dignidad humana de los sectores más vulnerables.
Su acompañamiento se extendió a capillas, grutas, Bomberos Voluntarios, pastoral carcelaria y comunicación social. En momentos difíciles, impulsó la creación de la Interinstitucional, demostrando su compromiso con la unidad comunitaria. Durante las intensas lluvias que afectaron a Tartagal; febrero de 2009, llevó la imagen de Nuestra Señora a las zonas más golpeadas, ofreciendo esperanza y consuelo.
Reconocimiento y legado
La Congregación confirmó oficialmente su partida del Santuario, noticia que conmueve a la comunidad. En la reciente Consagración de la Ciudad de Tartagal a la Virgen de la Peña, el Decano Diocesano Pbro. Sergio Juan Almarza expresó que Fray Rubén merece ser reconocido como “Tartagalense Ilustre”, título que resume el impacto de su obra y su entrega.
El legado de Fray Rubén Sica perdurará en el corazón de quienes lo conocieron y compartieron su camino. Su testimonio de fe, liderazgo y compromiso social seguirá iluminando la vida de Tartagal y de toda la región.






