Como parte de una política para reducir la contaminación sonora, el municipio avanzó con la destrucción de escapes retirados de circulación durante los últimos operativos vehiculares realizados en la ciudad.
El municipio de Rosario de la Frontera dio un paso más en su estrategia para preservar la tranquilidad de los vecinos al concretar la destrucción de los caños de escape que habían sido secuestrados durante los últimos controles vehiculares. La medida apunta a erradicar definitivamente dispositivos que generan ruidos excesivos y afectan la convivencia urbana.
La acción fue impulsada por la Dirección de Tránsito, con la participación del intendente Kuldeep Singh, y se enmarca en una serie de operativos realizados en distintos puntos de la ciudad para controlar el cumplimiento de las normas viales y ambientales.
Del procedimiento participaron también el secretario de Gobierno, Juan Salvatierra; el subsecretario de Seguridad Vial, Francisco Fleming; el jefe del Observatorio Vial, Antonio Soto; y el director general de Seguridad Vial, comisario general Adrián Sánchez Rosado, quienes acompañaron la jornada y supervisaron el proceso de destrucción del material incautado.
Desde el municipio señalaron que esta instancia busca enviar un mensaje claro a los conductores sobre la importancia de respetar la normativa vigente y contribuir a una ciudad más ordenada y silenciosa. Los controles continuarán de manera periódica, con el objetivo de desalentar prácticas que alteren la paz en los barrios y mejorar la calidad de vida de la comunidad.






