El 15 de diciembre pasado, cerca de las 8, el acusado interceptó a una mujer a quien amenazó con un cuchillo para sustraerle la mochila. Comenzaron a forcejear y la víctima resultó con heridas cortantes en ambas manos y el antebrazo derecho. El imputado, que iba acompañado por otro hombre que no pudo ser identificado, fue detenido momentos después.
Durante una audiencia flexible y multipropósito fijada por la Oficina de Gestión Judicial de Garantías (Ofiju) en el marco del plan piloto de oralidad, las partes dijeron que habían llegado a un acuerdo de juicio abreviado, por lo que el hombre de 36 años fue condenado como autor del delito de robo calificado por el uso de arma en grado de tentativa, y cumplirá la pena de tres años y cinco meses de prisión efectiva.
En el mismo fallo, el juez dejó sin efecto la condicionalidad de una condena anterior y unificó ambas en la pena única de cinco años y once meses de prisión efectiva. Ordenó además que el hombre sea inscripto en el Banco de Datos Genéticos e ingrese en un programa a fin de que realice tratamiento de rehabilitación por su adicción a las sustancias estupefacientes.
Durante la audiencia, la víctima manifestó que estaba de acuerdo con la pena impuesta, y solicitó permiso para que su pareja le dirija unas palabras al acusado. Una vez que las partes dieron su consentimiento a esto, el hombre ingresó a la sala y le explicó al ahora condenado que había lesionado a una mujer que dedica su vida a cuidar gente con bajos recursos, ya que se desempeña como médica en el Hospital San Bernardo. Le dijo que al lesionarle las manos le había impedido que continúe con su trabajo, y que esas palabras que le dirigía era solo a los fines de que tome conciencia del daño que había causado.
