Hay 11 policías de Salta bajo sospecha. El engaño se descubrió justo antes de que los ladrillos sean incinerados. Una pericia reveló qué se utilizó para realizar la maniobra
Un kilo de ácido esteárico vegetal sale unos 10.000 pesos, aproximadamente. Tiene varios usos, como por ejemplo en la fabricación de jabones, cosméticos, velas, lubricantes, detergentes y productos farmacéuticos. Los ladrones de guante blanco que hicieron desaparecer tres kilos de cocaína incautados que iban a ser destruidos, y que dejó a 11 agentes de la Policía de Salta bajo sospecha; decidieron darle un nuevo rol a ese compuesto químico: hacerlo pasar por los estupefacientes que se esfumaron en la Dirección de Drogas Complejas (DICOM) de la fuerza de seguridad provincial en Orán.

Claro, el negocio fue redondo. Un kilo de cocaína cuesta en esa zona del Norte argentino unos 2.000 dólares, o $2.740.000 al cambio oficial de este lunes. Los delincuentes sacaron tres kilos y los cambiaron por el mismo peso de ese ácido que les salió 30 mil pesos. Ganancia garantizada, más si la revendieron en centros urbanos, como Rosario y Buenos Aires, donde el valor escala a USD 3.500/4.000 los mil gramos.
El ácido esteárico es un ácido graso saturado de cadena larga, con 18 átomos de carbono, que se encuentra en grasas animales y vegetales. Es un sólido blanco e inodoro a temperatura ambiente y se utiliza en diversas industrias, incluyendo cosméticos, jabones, velas y productos farmacéuticos.
La maniobra se descubrió la mañana del 27 de junio pasado en la empresa INZA (Industria Zapla), ubicada en la calle Martijena de la ciudad de Pálpala, en Jujuy, donde se había trasladado un lote de cocaína y marihuana de dos toneladas para su destrucción.

Frente a testigos, los agentes procedieron, en primer lugar, a extraer de una caja de cartón cerrada, con su respectiva cadena de custodia: tres ladrillos forrados con cinta de embalar transparente, luego realizaron el pesaje de cada uno de ellos. Por último, se ejecutó la prueba de narcotest con reactivos de Gendarmería, debido a que los salteños no contaban, ese día, con uno propio. Fue en este momento en el que llegó la sorpresa y el desconcierto: el resultado fue negativo.
Pensaron que habían usado plastilina y en los laboratorios de la PFA resolvieron el misterio en las últimas horas. El reciente informe pericial entregado al despacho del fiscal federal de Orán Marcos Romero determinó que la cocaína había sido sustituida por ácido esteárico.
Este hallazgo, confirmado por fuentes del caso a Infobae, permite reconstruir el mecanismo detrás de la maniobra que puso bajo sospecha a 11 agentes de la Policía de Salta.

El ácido esteárico, sólido, incoloro y sin olor a temperatura ambiente, facilitó su uso como sustituto de la droga incautada sin levantar sospechas inmediatas. La elección de este compuesto, abundante en la manteca de cacao, el sebo bovino y el aceite de palma, revela un conocimiento técnico preciso para simular la apariencia de la cocaína y sortear los controles superficiales previos a la destrucción del cargamento, como se ve en las imágenes de los panes truchos a los que accedió este medio.
El caso
El origen de la incautación se sitúa tres meses antes de que fueran a quemarse los estupefacientes, cuando una mujer de nacionalidad boliviana alertó al 911 tras abrir por error un vehículo similar al suyo.
En el interior, la policía halló tres paquetes de cocaína, procediendo a la detención y posterior deportación de la sospechosa, mientras el cargamento quedaba bajo custodia. En ese momento, la sustancia incautada era efectivamente cocaína, lo que confirma que la sustitución se produjo en una etapa posterior, durante el resguardo en dependencias oficiales.
La Dirección de Drogas Complejas (DICOM) de la fuerza provincial en Orán, ciudad fronteriza con Bolivia y uno de los principales puntos de ingreso de cocaína al país, fue el lugar donde se almacenó la droga.
Según fuentes consultadas, el acceso al depósito resultó determinante: los 11 policías investigados tuvieron oportunidad de manipular la evidencia durante el periodo bajo análisis. Un sumario interno derivó en la suspensión preventiva de tres agentes, mientras que los otros ocho permanecen bajo la lupa de la fiscalía.
La investigación se centra ahora en reconstruir los movimientos de cada uno de los policías con acceso al depósito, con el objetivo de identificar al responsable principal de la maniobra.