En septiembre del año pasado, la víctima se encontraba en casa de su madre cuando recibió reiterados llamados telefónicos de su pareja, que le pedía que vuelva a la casa porque ya había vuelto de trabajar.
En respuesta, la mujer y sus hijos volvieron al hogar en el que convivían con el acusado, que se desempeña como policía. Él comenzó a insultarla. Le advirtió que ella tenía que estar en la casa, y que nada tenía que hacer en la calle. Luego la amenazó y la agredió físicamente.
Además, la esposó, y la amenazó con autolesionarse con una navaja y con su arma reglamentaria. También agarró el celular de la mujer y lo tiró contra la pared. La mujer logró que se calme y cuando él salió a trabajar, se comunicó con unos familiares para que hicieran la denuncia.
Arnaldo Andrés Vigano (25), fue condenado en juicio abreviado a la pena de un año y seis meses de prisión de ejecución efectiva, por ser autor del delito de lesiones leves agravadas por haber sido cometidas en el contexto de violencia de género y amenazas.
Durante dos años deberá fijar domicilio, abstenerse de cometer hechos de violencia en perjuicio de la víctima, y no cometer nuevo delito. En caso de incumplimiento podría dejarse sin efecto la condicionalidad de la pena, que sería de cumplimiento efectivo.