El delincuente le apuntó con un arma a la encargada del local gastronómico y le hizo un pedido antes de retirarse: “Andate a la cocina y no me mires a la cara”.
Cerca de las 23 del martes 17 de octubre, en un local gastronómico ubicado en el barrio porteño de Núñez, un hombre ingresó completamente vestido de negro, con el celular en su mano, gorra, auriculares y tapabocas.
No dijo buenas noches ni preguntó por algún producto del menú, solo esbozó que llegaba para retirar un pedido. Su accionar, lento y medido, ocurrió mientras la encarga del comercio registraba algunos consumos y cerraba la caja del día. En ese momento, sin mediar palabras, el delincuente abrió una valija negra y sacó un arma de fuego.
El gesto de la encargada, exhibido en una de las cámaras de seguridad, fue de sorpresa y temor. El “ladrón de la valija” sólo expresó cuatro palabras de manera contundente: “Dame toda la plata”.

El ladrón guardó cerca de $1.400.000 en su valija y se retiró caminando
El suceso ocurrió en un local de la cadena Betos Lomitos, ubicado en Avenida Libertador al 6800, en donde hace más de dos años otro hombre intentó estafarlos con “el cuento de la virulana”.
En esta oportunidad, la encargada entró en shock y decidió tomar la llave de la caja fuerte para entregarle todo el dinero que los propietarios del comercio guardaban allí. Cerca de $1.400.000 que iban a ser destinados al pago de proveedores.
Gabriel Iantosca, dueño del local, dijo a TN que es la primera vez que ocurre esto en su comercio y que no había escuchado de un hecho similar en el barrio. “No creo que supiera que había dinero, pasó y le salió bien. La plata estaba en la caja fuerte, la encargada entró en shock y le dio todo”, expresó.
Romina, esposa de Gabriel, detalló que realizaron la denuncia y que en la caja registradora había poco dinero, por lo que la encargada pensó que era mejor entregar el monto mayor para que el delincuente se fuera “conforme”.
Cuando el ladrón tuvo el dinero en sus manos, lo guardó en la valija y le dijo a la joven: “Andate a la cocina y no me mires a la cara”. “Estamos muy cansados de tener que vivir con tanto miedo”, sostuvo Romina.






