Los acusados habían irrumpido en noviembre de 2021 en la casa de una mujer uniformados y sin orden judicial. El año pasado fueron absueltos, pero un recurso de casación promovido por la fiscalía allanó el camino para revertir la decisión en la instancia revisora y definir la imposición de penas.
A instancia del requerimiento de pena propuesto por la Unidad Fiscal Salta, el Tribunal Oral Federal N°2 de esa ciudad condenó el jueves pasado a la gendarme Karen Depaoli y a su colega Enrique Gehrmann a la pena de seis meses de prisión en suspenso, tras hallarlos penalmente responsables del delito de allanamiento ilegal en concurso ideal con el de incumplimiento de deberes de funcionario público.
El y la condenada se desempeñaba en la Agrupación Séptima de la Gendarmería Nacional con el grado de subalférez. El hecho por el que fueron declarados culpables sucedió el 5 de noviembre de 2021, cuando ambos ingresaron a un inquilinato ubicado en el barrio San José, en la zona oeste de la ciudad de Salta.
De acuerdo con lo acreditado, Depaoli y Gehrmann actuaron uniformados, con lo cual la moradora del departamento al que iban no opuso resistencia ni tampoco cuestionó la medida judicial que la pareja de gendarmes adujo llevar adelante por una orden judicial que nunca existió.
La pareja de agentes realizó en la vivienda una profunda requisa, creídos de que iban a encontrar droga, pero no hallaron nada sospechoso. Al retirarse, Depaoli confeccionó un acta en la que suscribió el nombre de otra suboficial, hizo firmar a la moradora y no dejó copia del documento, para con ello darle a la intromisión cierto sesgo de legalidad.
Posteriormente, la persona que vive en la casa allanada radicó una denuncia por el incidente y señaló además que los uniformados habían cometido otros ilícitos, como el robo de dinero y joyas.
Como resultado, la policía provincial realizó una investigación y determinó la presencia de la pareja de gendarmes, ya que el lugar poseía cámaras de video y el derrotero de ambos quedó filmado.