El hecho se produjo anoche cerca de las 21 en un domicilio de la calle Anzoátegui de nuestra ciudad.
Un hombre de 54 años que estaba “coqueando” decidió recostarse. Se durmió y murió atragantado con el “acullico”.
Su pareja al percatarse de la situación llamó a emergencias, pero los profesionales nada pudieron hacer ya que se encontraba sin vida.