Representantes de la comunidad Coya de Tolar Grande pidieron mejorar los controles para que se cumpla la legislación vigente sobre capacitación y contratación de mano de obra y proveedores locales. Fue en el marco de las reuniones que lleva adelante la Comisión de Minería del Senado con los distintos actores del sistema.
Optimizar los controles para que se cumpla la legislación vigente y la actividad minera tome efectivamente mano de obra y proveedores del primer anillo que rodea cada proyecto minero, fue el pedido que efectuó la comunidad Coya de Tolar Grande a la Comisión de Minería, Recursos Naturales y Medio Ambiente del Senado, en el transcurso de los encuentros que viene desarrollando con distintos actores del sistema.
La reunión fue encabezada por el presidente de la Comisión, Miguel Calabró, junto a los senadores, Leopoldo Salva, Gustavo Carrizo y Gonzalo Caro Dávalos. Por la comunidad originaria participó el cacique, Mario Alancay.
En la apertura el senador Salva sostuvo que la Comisión se encuentra abocada a recabar información de todos los sectores, con una agenda de recorridos por cada proyecto, encuentros con proveedores, empresarios, funcionarios y también recabando la opinión de la gente, en particular de los habitantes de la Puna, con el fin de conocer todas las realidades y plantear las políticas que resulten necesarias para que los beneficios de la actividad lleguen a todos.
Alancay planteó la necesidad de articular mayores controles para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente y puso como ejemplo la maniobra de cambio de domicilio de personas que figuran como vecinos de Tolar Grande pero no viven en el pueblo. En ese caso sostuvo que los habitantes no superan los 280 pero el padrón marca más de 600, con lo cual las empresas aducen cubrir los requisitos de contratación de mano de obra o proveedores locales, quedando fuera del sistema los habitantes verdaderamente originarios.
Agregó que la mano de obra de la Puna solo se ocupa durante el periodo de construcción de cada proyecto y luego, al momento de entrar en producción se da de baja, planteando la necesidad de capacitación en empleos calificados. Hoy las capacitaciones que brindan las empresas son muy básicas, no como las de las escuelas de oficios, sostuvo.
Alancay aclaró que no van contra nadie, sino que piden reglas claras ya que la comunidad tiene desarrollada una red de proveedores y es consciente de la necesidad de unión para constituir UTES que puedan proveer bienes y servicios.