En el transcurso de tres días, agredió, amenazó y robó en reiteradas oportunidades a la damnificada.
La auxiliar fiscal María Virginia Bortolotto, por expresa instrucción del fiscal penal de Violencia Familiar y de Género 2, Gabriel Portal, representó al Ministerio Público Fiscal en una audiencia de juicio abreviado en la que se condenó a Mario Ezequiel Gómez a la pena de siete meses y quince días de prisión de cumplimiento efectivo.
El acusado fue declarado autor penalmente responsable de los delitos de hurto (tres hechos), lesiones leves agravadas por la relación de pareja y por mediar violencia de género, y desobediencia judicial (tres hechos).
La actuación de la Fiscalía se inició tras una denuncia en la que se relató que Gómez había mantenido una relación de noviazgo con una mujer, con quien convivió brevemente. La relación finalizó debido a episodios reiterados de violencia y problemas asociados al consumo de sustancias.
El primer hecho ocurrió el 4 de mayo, en una plaza ubicada en Avenida Venezuela y Joaquín Ramos, donde Gómez la agredió físicamente para sustraerle el teléfono celular, provocándole lesiones leves. Luego se dio a la fuga, aunque el aparato fue recuperado por la intervención policial.
El segundo hecho tuvo lugar el 6 de mayo, en la Avenida Delgadillo, cuando Gómez volvió a quitarle el celular y la llave de su motocicleta. Más tarde, mediante amenazas por redes sociales, exigió dinero y objetos personales a cambio de la devolución del teléfono. Acordaron un encuentro esa misma tarde. Al no llevar lo exigido, Gómez la golpeó con la mano y con un objeto metálico similar a un mango de tenedor, intentó lesionarla con un cuchillo tipo sierrita y luego con un vidrio roto, causándole cortes en la pierna y en la muñeca. Además, le prendió fuego a la campera y se llevó su mochila, que contenía una suma de $30.000 y el celular.
El tercer hecho se produjo el 7 de mayo, cuando Gómez volvió a interceptarla cerca de un local comercial. Al intentar retirarse en su motocicleta, le arrancó la llave y se fue del lugar con el rodado. Horas después regresó, y al enterarse de que se había comunicado con el 911, intentó nuevamente llevarse la moto y el teléfono.
Durante su declaración, expresó temor por su integridad física y señaló que Gómez tiene antecedentes de conductas violentas, tanto con ella como con otras personas, y que no respetaba las restricciones impuestas por la Justicia.
Tras ser detenido, el acusado reconoció los hechos y aceptó la pena en el marco del juicio abreviado. La Jueza de Garantías Ada Zunino homologó el acuerdo y ordenó el cumplimiento efectivo de la condena, así como la realización de un tratamiento psicológico por consumo problemático de sustancias, en función de la gravedad, reiteración y modalidad de los hechos.