Los jueces de la Sala I del Tribunal de Juicio condenaron hoy a Nelson Leonardo Cositorto, fundador de Generación Zoe, a la pena de 11 años de prisión efectiva como autor de los delitos de asociación ilícita en calidad de jefe organizador y estafa bajo la modalidad de delito continuado, en concurso real. Ordenaron que continúe alojado en la cárcel penitenciaria local.
En tanto que a Ricardo Gabriel Isaac Vilardel los jueces le dictaron una pena de siete años de prisión efectiva como autor penalmente responsable de los delitos de asociación ilícita en calidad miembro y estafa bajo la modalidad de delito continuado, en concurso real. El tribunal ordenó hacer cesar la medida cautelar impuesta por la Sala I del Tribunal de Impugnación en marzo de 2023 y dispuso su inmediata detención y alojamiento en la cárcel local.
Por los mismos delitos que su hermano, Jorge Federico Vilardel, fue condenado a cinco años de prisión efectiva. También cumplirá la pena en la institución penitenciaria local.
Finalmente, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel y Vilma Griselda Albornoz fueron condenadas a tres años de prisión condicional como autoras de los delitos de asociación ilícita en calidad de miembro y estafa bajo la modalidad de delito continuado, en concurso real. Se dispuso la inmediata libertad de ambas, sin perjuicio de lo dispuesto por otro tribunal, y se les fijó reglas de conducta que deberán cumplir durante tres años. Entre ellas, constituir domicilio real y comunicar cualquier cambio, y someterse al control del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados.
Los jueces hicieron lugar al pedido de la representante del Ministerio Público y ordenaron enviar a la fiscalía penal de turno las actas correspondientes a la declaración de uno de los testigos por posible comisión del delito de falso testimonio.
La financiera Generación Zoe -que tenía sede en Salta- comenzó a ser investigada en 2022 a partir de múltiples denuncias de ahorristas que aseguraban haber sido estafados.
Se logró determinar que Cositorto lideraba una empresa que operaba a través de un esquema fraudulento: atraía inversores con la promesa de una rentabilidad muy elevada: entre el 7,5% y el 10 % mensual, alcanzando el 120 % anual. Pero la ganancia prometida no procedía de las actividades financieras y comerciales que promocionaba Generación Zoe, sino de los fondos frescos depositados por nuevos inversores.
