Menos de un cuarto de los jefes provinciales que firmaron el acuerdo en el 2024 preveían anoche viajar para la vigilia oficial del 9 de julio. Se complica el escenario en el Congreso para el Ejecutivo.
Un año después de la firma del Pacto de Mayo, menos de un cuarto de los gobernadores que esa fría noche del 2024 viajaron a Tucumán preveían ayer volver al acto de vigilia del 9 de Julio, que Javier Milei encabezará esta noche en esa provincia.

Javier Milei en la firma del Pacto de Mayo
Entre los jefes provinciales todavía había chanzas anoche por la confirmación del misionero Hugo Passalacqua, que se apuró en confirmar su presencia pensando que el resto de los colegas sería de la partida. Además del anfitrión, Osvaldo Jaldo, se preveía ayer la visita del salteño Gustavo Sáenz. Todavía era una incógnita si Raúl Jalil, un aliado, viajaría a Tucumán. “Los gobernadores ya hemos ajustado, incluso más que la Nación”, subrayó el catamarqueño el domingo en un reportaje en el diario La Nación. Se esperaba la participación de algunos vicegobernadores.

Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem y el gobernador Gustavo Sáenz
El contraste es muy significativo porque esa madrugada, con excepción de los más opositores, los jefes provinciales coparon la capital tucumana para sellar una alianza política con la Casa Rosada que se evidenció en la aprobación de la ley de bases y el paquete fiscal, la piedra fundacional de Milei que le dio gobernabilidad en el Parlamento. Ese pacto está en riesgo. La semana pasada, los gobernadores presentaron en el Senado dos proyectos para distribuir los aportes del tesoro y repartir de manera directa el impuesto a los combustibles que podrían tener media sanción el próximo jueves, y amenazan con no blindar al gobierno en el veto a la actualización de las jubilaciones si es que el proyecto de recomposición es aprobado en el Congreso. Una luz de alerta máxima en el tablero de decisiones del Ejecutivo y en la relación con las provincias.
“Mañana definimos”, dijo anoche un gobernador peronista, de buena relación con el Ejecutivo, en alusión al acto de hoy del presidente. El viernes, el área de protocolo envió las invitaciones formales a las provincias. El fin de semana, varios gobernadores intercambiaron mensajes para definir si asistir o no a la ceremonia de vigilia del 9 de Julio. Los del PRO y la UCR definieron no ser de la partida. Excusados, en su mayoría, por compromisos previos, como Maximiliano Pullaro, que viajó a Washington y Nueva York en busca de financiamiento de su plan de obras. Incluso, Alfredo Cornejo, el representante de las provincias en el demoradísimo Consejo de Mayo, se justificó por la falta de vuelos y porque ya había organizado el desfile patrio en su distrito.