La niña de 12 años hizo una tarea en la escuela y se la entregó a la maestra. Allí describía el calvario que vivía al ser abusada. La docente inmediatamente notificó a los directivos del establecimiento para que hablen con los tutores.
Según se desprende de la causa, los hechos habrían tenido lugar en un contexto de convivencia parcial, ya que la niña visitaba muy seguido la casa de un familiar directo, que era donde el joven vivía temporalmente.
Durante una audiencia flexible y multipropósito, se formalizó el acuerdo de juicio abreviado al que llegaron todas las partes intervinientes: la fiscalía interviniente, la defensa del imputado, la asesora de incapaces, y el tutor legal de la menor, que expresó su conformidad con lo pactado. El imputado, por su parte, reconoció su responsabilidad penal en los hechos que se le atribuían
El juez Eduardo Raúl Sángari homologó el acuerdo y condenó al joven a la pena de seis años de prisión efectiva por ser autor de los delitos de abuso sexual simple continuado y abuso sexual con acceso carnal continuado, ambos en concurso real.