Wu Yongning intentó sostenerse con sus brazos en el vacío. No pudo aguantar su peso. Las razones por las que no usaba protección. Y los planes para el futuro que quedaron truncos.

El viento silbaba a cientos de metros sobre el suelo y se colaba entre las vigas de acero y vidrio del rascacielos HuaYuan, uno de los rascacielos más altos de China. En las alturas, un joven que vestía camiseta blanca, pantalón corto y una confianza suicida que solo la cámara de su teléfono podía captar en toda su dimensión. Wu Yongning subió solo —como siempre— para grabar un reto más. Su plan era colgarse en el aire con una mano y tener bajo su lente toda la magnitud de la ciudad de Changsha. Entonces se colgó del piso 62 y empezó a hacer sus clásicas dominadas. Hasta que en un momento sus brazos no aguantaron el peso. Y cayó al vacío.