La mayoría de los casos se producen los fines de semana derivados de la ingesta de bebidas alcohólicas y grescas en la zona sudeste de la ciudad que se resuelven a puñaladas.
Según el informe brindado por el Hospital San Bernardo en junio se atendieron 23 casos y hasta ayer se sumaron otros 16 en julio.

Muchas agresiones con cuchillos surgen de discusiones que escalan muy rápido y en algunas zonas de la ciudad hay una normalización de la violencia física como forma de “resolver” disputas personales, incluso por temas menores, y el cuchillo se convierte en una herramienta de poder o intimidación.
Los ataques con arma blanca son una constante en la provincia, cada vez que se da una situación de conflictividad y choques entre grupos antagónicos.