Declaró Lidia Cardozo y dijo que no asesinó a su hijo Leonel y que tampoco lo maltrataba

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Los jueces de la Sala I del Tribunal de Juicio escucharon hoy la, declaración de Lidia Raquel Cardozo imputada por homicidio calificado por el vínculo y lesiones leves calificadas por el vínculo, en concurso real, en perjuicio de su hijo de 11 años Leonel Francia.

La mujer declaró respondiendo a las preguntas de todas las partes y negó haberle quitado la vida a su hijo. También desmintió las afirmaciones de testigos que la acusaron de maltratar a su hijo.

En relación al día del hecho, hizo un relato pormenorizado de las actividades realizadas por ella y por el menor desde que se levantaron temprano por la mañana. Refirió que un momento dado, mientras ella buscaba unos papeles en el corralón, su hijo le pidió un pantalón y ella le dijo que lo busque en el tendedero, en la planta superior.

Dijo que a los minutos vio al niño en el garaje, rodeado de los perros. Estaba agachado. No le dio importancia porque pensó que estaba jugando con las mascotas. Ella volvió al negocio. Desde ahí le grito al menor para que se apurara porque tenía que ir a la escuela. Se dirigió a la habitación y volvió a verlo, esta vez en un patio interno. Tenía una mano apoyada en la cabeza. Dijo que le preguntó si iba a ir o no a la escuela y que él le respondió que se iba de nuevo a la cama porque se había golpeado.

La imputada aseguró que no percibió que estuviera lesionado y siguió con lo suyo.

Más tarde regresó a despertarlo. El niño estaba en la cama. Escuchó como un ronquido, lo sacudió y advirtió que estaba fláccido. Ahí le vio una herida en la cabeza y manchas de sangre en el cuerpo. Dijo que se desesperó, pidió ayuda a los albañiles y lo llevaron al hospital.

La acusada señaló que sí vio manchas de sangre en algunos puntos de la casa esa mañana, pero aseguró que pensó que se trataba de rastros de su perra en celo. Admitió que tiró agua para limpiarlas.

Remarcó en varias oportunidades que no tenía idea de qué le había pasado a su hijo. Dijo no recordar haberles dado alguna explicación a las doctoras que atendieron al niño en el hospital. Manifestó que no entendía cómo se había lastimado, que no tenía respuestas.

El hecho ocurrió el 31 de agosto de 2023 en barrio Solidaridad. Ese día, la víctima ingresó sin vida al hospital Papa Francisco, con una grave lesión en la cabeza.

La autopsia determinó que el menor falleció por traumatismo encéfalo craneal grave por lesión punzo penetrante.

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