En ambos hechos la mujer habría actuado de idéntica forma, sin ejercer violencia, para sustraer de forma ilegítima los objetos.
El fiscal penal 5, Federico Jovanovics, imputó de forma provisional a una mujer de 50 años, acusada del delito de hurto simple, en dos hechos.
El primero de ellos ocurrió en la mañana del 2 de agosto pasado, en un centro médico ubicado en calle Zabala al 400. Según la denuncia, una médica del lugar sorprendió a la acusada descendiendo por las escaleras internas del edificio. Al notar la situación, dio aviso a sus compañeros, lo que motivó que la mujer se retirara rápidamente del lugar.
Al dirigirse a su consultorio, la profesional constató el faltante de su mochila, en la que llevaba una tablet, un cargador, su billetera con DNI, tarjetas bancarias, credenciales y su sello profesional.
El segundo hecho tuvo lugar el 14 de agosto, en un establecimiento educativo ubicado en pasaje Aguado al 700, entre calles Florida y Tucumán. En esta oportunidad, una docente advirtió la sustracción de su teléfono celular, que había dejado sobre su escritorio.
En ambas oportunidades, las víctimas aportaron registros fílmicos de cámaras de seguridad, en los que se observa a la misma persona actuando con un modus operandi similar.
Durante la audiencia de imputación, la acusada dio su versión de los hechos. Por su parte, el fiscal Jovanovics solicitó ante el Juzgado de Garantías en turno la prisión preventiva.