En la mañana del viernes 21 de noviembre, efectivos de la Policía realizaron un operativo en un local nocturno ubicado sobre avenida Palacios al 1.000, donde detectaron una fiesta clandestina que se desarrollaba a puertas cerradas y con gran cantidad de personas en el interior. El procedimiento derivó en un acta de infracción, la clausura del establecimiento y el inicio de una causa penal por la presunta retención contra su voluntad de una joven que había pedido auxilio desde el interior.
El hecho se registró alrededor de las 7:10, cuando un móvil policial que patrullaba la zona observó el ingreso de numerosas personas por una puerta lateral del lugar. Al acercarse, los efectivos fueron alertados por una trabajadora de una app de viajes, quien contó que una pasajera le había pedido ayuda porque no la dejaban salir del establecimiento, donde se realizaba un “after”.
Ante esta información, el personal policial permaneció en el sitio intentando comunicarse con el responsable del local. Durante casi una hora, los uniformados observaron a través de un ventanal polarizado que una mujer hacía señas pidiendo auxilio, denunciando que no la dejaban salir. En distintos momentos, otra mujer salió para increparla y ordenarle que guardara silencio.
Tras insistentes llamados, finalmente un hombre abrió la puerta. En el interior se constató la presencia de aproximadamente un centenar de personas, distribuidas en distintos sectores del edificio y en la terraza. La joven de 22 años que había solicitado auxilio declaró que había ingresado cerca de las 5:30, que solo había pagado bebidas alcohólicas y que, al intentar retirarse, le manifestaron que no podría hacerlo porque había presencia policial afuera.
Según la denuncia a la que accedió NORTE YA, la mujer además afirmó que fue agredida por otra concurrente, quien la insultó al enterarse de que había pedido ayuda. Durante el recorrido interno, la Policía verificó la existencia de habitaciones tipo departamentos y confirmó que varios asistentes habían abonado entrada y consumiciones.
Al requerirse la documentación habilitante del comercio —como habilitación municipal, certificado de seguridad contra incendios y seguro de responsabilidad civil— el responsable del lugar no presentó ninguno de los papeles exigidos, alegando que estaban “bajo llave”.
En el operativo intervinieron distintas unidades policiales convocadas en apoyo. Tras una consulta con la Fiscalía Penal de turno, se dispuso labrar el acta contravencional, iniciar una causa por presunta privación ilegítima de la libertad, finalizar el evento y desalojar el lugar resguardando la integridad de menores.
La joven brindó declaración testimonial y el local quedó clausurado de manera preventiva mientras avanza la investigación.






