El juez de Garantías Diego Rodríguez Pipino dispuso mantener la prisión preventiva de un hombre de 31 años detenido por la posible comisión de una serie de delitos contra su expareja.
La decisión la tomó luego de escuchar los fundamentos de las partes durante una audiencia flexible y multipropósito. El hombre seguirá detenido tras ser acusado como presunto autor de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual con acceso carnal y homicidio calificado por relación de pareja y por mediar violencia de género en grado de tentativa, todo en concurso real.
Todo comenzó el 17 de septiembre pasado cerca de las 3 de la mañana, cuando la víctima estaba dejando a su hermana en el barrio Solidaridad.
En ese momento, el acusado, un hombre de 31 años con quien había finalizado su relación ocho meses atrás debido a agresiones físicas, la interceptó mientras ella estaba sobre su motocicleta. Exigiéndole que fuera con él, le mostró un arma blanca oculta en su pantalón, la cual colocó cerca de su cintura. Ante la amenaza, la mujer optó por obedecer, conduciendo su motocicleta con el agresor sentado detrás hasta el domicilio de este, ubicado en Villa Lavalle.
Una vez dentro de la casa, ingresaron a la habitación, donde él comenzó a reclamarle por haberlo dejado. Entonces salió, pateó la moto y volvió con una botella plástica cortada que contenía gasolina. A continuación, le roció la nafta sobre el cuerpo y la cara, y la amenazó con prenderle fuego.
El acusado la encerró en la habitación, asegurando la puerta con un pasador que se encontraba por fuera, y salió en busca de un encendedor. La víctima, sin otra forma de salir, se preparó para defenderse tomando un escobillón. Cuando él regresó con el encendedor, ella logró golpearlo, defendiéndose y saliendo a correr en dirección a la rotonda de Villa Lavalle.
La víctima corrió aproximadamente dos cuadras hasta la rotonda, pero el acusado le dio alcance. La arrastró del cabello por debajo de un puente hacia una zona de río y monte, donde abusó de ella. Mientras la mantenía agarrada fuertemente del cuello, una persona que pasaba por el lugar vio lo que estaba pasando y le gritó al acusado para que la suelte. Esta intervención accidental permitió a la mujer escapar nuevamente, aprovechando que el agresor soltó su cuello para tomar un vidrio roto y abalanzarse hacia el testigo.
El acusado la alcanzó de nuevo y la llevó de vuelta a las afueras de su domicilio, dándole la motocicleta, pero reteniéndole la llave, sus dos teléfonos celulares y su cartera. Ante la negativa del acusado de entregarle sus pertenencias, la víctima lo golpeó con un palo de escoba, lo que finalmente provocó que le abriera la puerta, permitiéndole irse. Ella tuvo que empujar la moto, pues no tenía la llave, hasta la comisaría de Villa Lavalle, oliendo fuertemente a nafta.
Posteriormente, la madre del acusado intentó amedrentar a la víctima en el exterior de la comisaría, pidiéndole que retirara la denuncia.






