
Ana Corina Sosa advirtió sobre la escalada de violencia del gobierno de Venezuela. Su madre es perseguida por el chavismo, vive en la clandestinidad desde 2024 y no llegó a tiempo para recibir el galardón.
Ante la ausencia de la líder opositora de Venezuela, María Corina Machado, su hija Ana Corina Sosa recibió el Premio Nobel de la Paz en el Ayuntamiento de Oslo. La dirigente opositora al gobierno de Nicolás Maduro no llegó a tiempo para la distinción en la capital de Noruega y envió un audio. El organismo advirtió que se trata de “un viaje en una situación de extremo peligro”, por la persecución del chavismo.

Corina Parisca de Machado, madre de la Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, aplaude durante la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz en el Ayuntamiento de Oslo.
La hija de Machado dio un fuerte discurso, en el que acusó a Maduro de cometer crímenes de lesa humanidad: “Edmundo González Urrutia ganó (las elecciones) con el sesenta y siete por ciento de los votos, en cada estado, ciudad y pueblo. Todas las actas contaban la misma historia. En cuestión de horas logramos digitalizarlas y publicarlas en una página web, para que el mundo entero pudiera verlas. La dictadura respondió aplicando el terror”.
La mujer advirtió: “Dos mil quinientas personas fueron secuestradas, desaparecidas o torturadas. Marcaron sus casas, tomaron a familias enteras como rehenes. Sacerdotes, maestros, enfermeras, estudiantes: todos perseguidos por compartir un acta electoral. Crímenes de lesa humanidad, documentados por las Naciones Unidas; terrorismo de Estado, usado para enterrar la voluntad del pueblo”.
Luego Sosa anticipó, en un fuerte mensaje de esperanza: “Venezuela volverá a respirar. Abriremos las puertas de las cárceles y veremos salir el sol a miles de inocentes que fueron encarcelados injustamente, abrazados al fin por quienes nunca dejaron de luchar por ellos. Veremos a las abuelas sentar a sus nietos en sus piernas para contarles historias, no de héroes lejanos, sino del valor de sus propios padres. Veremos a nuestros estudiantes debatir con pasión, sin miedo, con sus voces al fin libres”.





