Ambos acusados reconocieron su participación en la estafa vinculada a la plataforma, que afectó al menos a 792 personas en la provincia de Salta. Además, se dispuso que los fondos incautados (en pesos, dólares y criptoactivos) sean destinados a la reparación económica de las víctimas, en forma proporcional a los perjuicios acreditados.
Luego de una minuciosa investigación llevada a cabo por la Fiscalía Especializada en Ciberdelincuencia, la fiscal penal Sofía Cornejo, participó en la audiencia de juicio abreviado contra Lucas Javier Echazú Carrera como autor del delito de estafa (múltiples hechos), en concurso real y contra Facundo Marcelo Fernández, como partícipe secundario del mismo delito.
La jueza de Garantías 1 del distrito Centro, Ada Guillermina Zunino, luego de recibir la confesión de los acusados y con el acuerdo de las partes, condenó a Lucas Javier Echazú Carrera a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional y al cumplimiento de reglas de conducta por el término de dos años. En tanto, Facundo Marcelo Fernández fue condenado a un de prisión de ejecución condicional y al cumplimiento de reglas de conducta por el término de dos años.
Además, se ordenó que los fondos incautados en pesos, dólares y criptoactivos durante la investigación sean destinados a la reparación económica de las víctimas, en forma proporcional a los perjuicios acreditados.
La investigación de la Fiscalía Especializada se inició a partir de un total de 792 denuncias realizadas por ciudadanos salteños, quienes, mediante ardid o engaño, invirtieron dinero en una plataforma conocida como Yomigt, y que en noviembre de 2023 fue dada de baja de manera sorpresiva, provocándoles un perjuicio económico.
La investigación determinó que los acusados promovieron y difundieron en la provincia de Salta la plataforma YOMIGT, presentándola como una inversión legítima, basada en operaciones con criptomonedas y arbitraje financiero, a sabiendas de que se trataba de una estafa de tipo piramidal.
Específicamente, este tipo de estafas con criptoactivos (USDT), se denominan Pig Butchering Scam o “matanza de cerdos”, y recibe su nombre de la práctica de los granjeros de engordar a los cerdos antes de sacrificarlos. Suele comenzar con lo que parece ser un mensaje de texto con un número equivocado. Las personas que responden son atraídas hacia inversiones en criptomonedas. Las inversiones resultan ser falsas y, una vez que las víctimas envían fondos suficientes, los estafadores desaparecen, generando perjuicios millonarios.
Este tipo de estafa se desarrolla a lo largo de un proceso prolongado, donde los estafadores se hacen pasar por amigos, conocidos, inversores o posibles intereses románticos de sus víctimas, ganando lentamente su confianza antes de inducirlas a invertir en esquemas falsos de criptomonedas.
En la presente causa, para captar víctimas, los acusados organizaron reuniones y eventos presenciales, difundieron material publicitario y alentaron a los participantes a ingresar dinero en la plataforma, prometiendo altas ganancias en plazos breves.
YOMIGT operaba bajo un esquema fraudulento, carecía de autorización para funcionar en el país y se sostenía mediante el ingreso de fondos de nuevos inversores.
Echazú fue identificado como el principal referente y promotor en Salta de la plataforma, llevando a cabo un plan de captación de personas a través de reuniones y eventos en hoteles lujosos, creando una pantalla de un negocio legítimo.
Fernández en tanto, participó colaborando en la organización de eventos y en la captación de inversores, todo ello con pleno conocimiento del carácter engañoso del sistema.






