Hace unos días contábamos la iniciativa de Gonzalo Bravo, un humilde recolector de residuos de Trenque Lauquen que decidió usar la plata de su aguinaldo para que nadie se quede sin cena de navidad.
Gonzalo no solo compró los pollos, sino que se puso al frente de la parrilla en el club monumental y asó 200 pollos, además de chorizos y carne que donó la gente al ver la movida.
Con la ayuda de amigos y un grupo de “motoqueros”, repartieron la comida en los barrios más necesitados. cientos de familias tuvieron una mesa digna gracias al enorme corazón de este laburante.






