Un caballo que estuvo varios días atado a un paredón en Chicoana fue sacrificado por un veterinario tras constatar que su cuadro era irreversible. Vecinos denunciaron presunto maltrato animal, aseguraron que el animal permanecía inmóvil, al sol y con heridas graves, y cuestionaron la falta de respuesta previa ante los reclamos. La Policía Rural intervino cuando el deterioro ya no permitía otra alternativa que la eutanasia.
Caballo sacrificado tras varios días de sufrimiento en Chicoana
El hecho se registró en Chicoana, donde un caballo que permanecía atado a un paredón termino muerto luego de que un médico veterinario indicara la eutanasia. Según el profesional, el estado general del animal era “incompatible con la vida”, por lo que no existían márgenes reales para un tratamiento que permitiera su recuperación.
La intervención se produjo después de la llegada de la Policía Rural, convocada tras insistentes avisos de vecinos. De acuerdo con los testimonios recogidos en la zona, para ese momento el deterioro del caballo era tan avanzado que su agonía resultaba evidente, con signos de extrema debilidad y lesiones visibles.
Fuentes presentes en el lugar indicaron que la decisión de aplicar la eutanasia se tomó una vez completada la evaluación clínica, al constatar que el sufrimiento del animal era muy elevado y que no había posibilidades concretas de revertir el cuadro.
Denuncias vecinales por el estado del caballo y presunta reiteración de maltrato animal
Vecinos de Chicoana afirmaron que el caballo había quedado atado durante varios días seguidos, sin posibilidad de moverse con normalidad, expuesto al sol de manera constante y sin atención veterinaria adecuada. Según describieron, el animal presentaba heridas abiertas que ya mostraban la presencia de gusanos, situación que generó fuerte malestar en la comunidad.
Las mismas personas señalaron que la escena era visible para quienes circulaban por la zona y que, pese a eso, el cuadro se mantuvo sin cambios durante un tiempo prolongado. Indicaron que se habían efectuado distintos tipos de reclamos, entre ellos presentaciones formales y pedidos directos al dueño del caballo para que buscara asistencia profesional urgente.
No obstante, los vecinos sostienen que sus advertencias no lograron una reacción efectiva y que el sufrimiento del animal se extendió hasta la llegada de la Policía Rural y del veterinario, cuando ya no era posible aplicar un tratamiento que permitiera salvarle la vida.
Acusaciones contra el dueño
Entre los habitantes del lugar se repite la versión de que el episodio no sería aislado. Según relataron, el mismo propietario habría mantenido a otros animales en condiciones similares en ocasiones anteriores, lo que aumenta las sospechas sobre una posible conducta reiterada de maltrato animal.
De acuerdo con esas declaraciones, estos antecedentes profundizan los cuestionamientos hacia el responsable del caballo y motivaron que se multiplicaran las denuncias una vez que se conoció la decisión de aplicar la eutanasia al animal.
Diario del Valle






