Esteban Amat Lacroix, más conocido como “Tuty”, es sin dudas uno de los hombres más poderosos de la provincia de Salta. Empresario ligado al sector tabacalero y con fuertes vínculos políticos que se sostienen desde hace décadas, hoy ocupa nada menos que la presidencia de la Cámara de Diputados de Salta donde también es Presidente del PJ Salteño que por el momento sigue intervenido por nación.
Nacido en la ciudad de La Viña, su historia política siempre estuvo marcada por la cercanía con los grandes sectores económicos y por su capacidad para moverse con poder dentro del Estado. Sin embargo, esa influencia no parece haberse traducido en beneficios concretos para su pueblo. La paradoja: con tanto poder en sus manos, Ahmad nunca logró llevar obras ni soluciones estructurales a La Viña. Vecinos señalan que la falta de infraestructura, empleo y oportunidades sigue siendo una deuda pendiente, mientras que el dirigente se consolidó como figura política y empresarial.
Durante años, “Tuti” Ahmad ha sabido mantenerse en escena, entrelazando sus intereses privados con cargos públicos, mostrando la cara de una clase dirigente que se sostiene colgada del Estado y que prioriza los beneficios propios antes que las necesidades de la gente.
En el sector tabacalero, su apellido también se asocia a poder e influencia. Allí, como en la política, su figura despierta cuestionamientos: ¿es un representante del pueblo o de sus propios intereses?
La pregunta que muchos se hacen en La Viña es clara: ¿de qué sirve tener un comprovinciano con tanto poder si en su tierra no se ven las soluciones que tanto necesitan?
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