Fueron tantas las incongruencias de la ex ministro de Salud Pública Josefina Medrano lo que determinó que el Gobernador Gustavo Sáenz le solicitara la renuncia.
Su poca y casi nula capacidad para manejar el más conflictivo ministerio frente a la pandemia que azota Salta y sus desacertadas e inexplicables declaraciones causaron la primera baja en el gabinete del gobierno salteño.
Aun muchos se preguntan, si el cambio no se te tendría que haber producido antes, porque ya se notaba que el Ministerio de Salud le quedaba demasiado grande a la funcionaria.
Había falta de conducción para tomar medidas efectivas y determinantes y si uno hace un balance y un análisis de las declaraciones que vertió la funcionaria nunca se sacó nada en claro.
En los últimos días volvió a equivocarse cuando dijo que “la escuela Osvaldo Pos de Oran no se abría porque no hacía falta”. La realidad es que ese establecimiento asistencial nunca estuvo listo y adecuado para recibir pacientes Covid derivados del Hospital San Vicente de Paul, ese era el verdadero motivo por el que no estaba habilitado.
Las fuertes críticas del Intendente de Oran, Pablo González y del Senador del departamento, Juan Cura contra la funcionaria fue el detonante para que Sáenz le pidiera la renuncia, lo que ya venía pensando desde hace algún tiempo.
Se trata del primer recambio que se produce en el Gabinete por lo que no se descarta que pueda haber otros, porque al parecer habría otras áreas que no estarían funcionando a la altura de las circunstancias.
Llamo la atención ayer que, en el mensaje de Gustavo Sáenz a la población, si bien es el Gobernador, que cargue con todas las responsabilidades cuando tiene un gabinete que esta para afrontar los problemas y buscar las soluciones adecuadas a cada tema.
