Coronavirus en la Argentina: advertencias y evidencias sobre el consumo de ivermectina contra el Covid-19

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Desde Anmat ratificaron que la droga no está aprobada para la prescripción en casos de coronavirus; sin embargo, se está usando de forma oficial en varias provincias

Córdoba: la ivermectina es una droga muy antigua de uso médico y veterinario como antiparasitaria. Desde hace unos meses, su demanda creció de manera exponencial, según coinciden ocho colegios de farmacéuticos de distintas provincias consultados por LA NACION, porque empezó a usarse, aunque no está aprobado por Anmat, como profilaxis y tratamiento del Covid-19. Las fuentes farmacéuticas advierten que la prescripción no es para coronavirus, pero que entienden que esa es la aplicación que se le está dando porque un año atrás no vendían ni el 10% de lo que venden en los últimos meses.

Desde Anmat ratificaron que la droga no está aprobada para la prescripción en casos de coronavirus. La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) señala que, además de su acción antiparasitaria, la ivermectina es un potencial inhibidor de la replicación viral del SARS-CoV-2. Sin embargo, destaca que “la evidencia disponible in vitro sugiere que para alcanzar niveles efectivos de ivermectina se necesitarían importantes aumentos y potencialmente tóxicos de la dosis” y que, hasta el momento, la evidencia científica en curso que evalúa su uso sola o combinada con otras drogas es “de muy baja calidad y no han reportado datos claros de eficacia clínica”.

Omar Sued, presidente de la institución, indicó a LA NACION que es “entendible” que “ante la desesperación” haya gente que la utilice aunque “no hay evidencia científica” de su utilidad. Advierte que, al igual que consumir cualquier otra droga para un fin diferente al prescripto, “implica sumar toxicidad, costos y complejidad”.

Afirma, además, que los resultados preliminares dejan en evidencia que su aplicación en una dosis que triplica la habitual habría producido mayor eliminación del virus en secreciones respiratorias, pero sin correlación con mejoría clínica.

“Se necesitan más estudios, con más gente, para determinar este parámetro y otros asociados a eficacia clínica y seguridad. Es correcto que las provincias quieran realizar y hagan estudios randomizados para la comprobación, pero no que usen la ivermectina como reemplazo de la prevención y de las medidas de salud pública”, agrega Sued.

A modo de ejemplo, apunta que el plasma, sobre el que había muchas expectativas, no tiene eficacia sobre el Covid-19, y los corticoides, que se creía que no funcionaban, reducen 30% las probabilidades de mortalidad.

El médico Alejandro Krolewiecki, del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales de la Sede regional Orán de la Universidad Nacional de Salta (UNSA), llevó a cabo un estudio para comprobar su eficacia contra el Covid-19. Ese trabajo preliminar fue publicado en la revista científica The Lancet. La droga se le dio a los 45 pacientes de entre 18 y 69 años contagiados por SARS-CoV-2 leve o moderado y dentro de los cinco días posteriores al inicio de los síntomas. La conclusión es que el medicamento disminuyó la carga viral de los infectados al quinto día de su aplicación.

Política provincial

En Corrientes y Tucumán, el uso de la ivermectina es política oficial para profilaxis en agentes de salud y tratamiento de pacientes positivos. También se receta en algunos hospitales públicos salteños. En Jujuy, “se está proyectando para aplicarse”, indicaron fuentes oficiales.

Corrientes la distribuye de forma gratuita entre los miembros de los equipos de salud que acepten voluntariamente usarla como profilaxis. Se fabrica en la Planta de Medicamentos provincial; como la patente está vencida no se debe pagar para producirla. Julio Vallejos, director del Instituto de Cardiología correntino, fue el impulsor de la estrategia. En conjunto con el Comité de Crisis de Covid-19 del Ministerio de Salud provincial presentó el diseño a principios de julio.

Las contraindicaciones alcanzan a embarazadas, etapa de lactancia, mujeres en edad fértil sin un uso adecuado de un método anticonceptivo al menos tres meses previos o que estén buscando embarazarse; personas con enfermedad hepática y/o renal severa; alergia conocida a la ivermectina. No se la prescribe en ninguno de estos casos.

Para quienes aceptan tomarla, son dos comprimidos de seis miligramos una vez por semana durante seis a ochos semanas. Luego se descansa cuatro meses, y se podría reanudar igual esquema. En algunos casos, la acompañan con carragenina (spray nasal), un puff en cada fosa nasal, uno en cada carrillo de la boca y uno debajo de la lengua tres veces por día mientras dure el tratamiento preventivo.

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