Zaira Di Giorgio tenía 33 años, era la sargento de la Comisaría 1ª de Coronel Suárez y estuvo dos meses transitando diferentes problemas de salud a causa de la mordida del animal.
Zaira Di Giorgio tenía 33 años, se desempeñaba como policía y falleció por rabia, luego de que un gato callejero la mordiera en la localidad bonaerense de Coronel Suárez. Así lo informó, el Ministerio de Salud de la Provincia y adelantó que el caso genera gran preocupación porque la última muerte a causa de esta enfermedad en el país se había registrado en 2008), hace trece años, en la provincia de Jujuy.
Si bien ella no acudió a ningún profesional de la salud al ser mordida en marzo, trascendió que días después comenzó a manifestar debilidad en los miembros superiores y alteración de la sensibilidad. Por eso, el 18 de abril realizó una consulta en el Hospital Municipal Raúl Caccavo, donde quedó internada a causa de una encefalitis aguda. Allí permaneció durante cuatro semanas, hasta que finalmente perdió la vida el último 13 de mayo.
Según sus familiares, la sargento de la Comisaría 1ª de Coronel Suárez estuvo dos meses transitando diferentes problemas de salud a causa de la mordida del animal. La autopsia realizada en las últimas horas confirmó que Di Giorgio murió por rabia humana, una enfermedad que en la Provincia de Buenos Aires no había causado una víctima fatal en los últimos 39 años.
A partir de su interrelación, los familiares de Di Giorgio dieron a conocer que la mujer había sido mordida por un gato callejero y las autoridades sanitarias locales enviaron, el pasado 6 de mayo, líquido cefalorraquídeo, saliva y una muestra de piel de la mujer al instituto Malbrán para que sean analizados. El resultado de aquellos estudios fueron negativos, según informó poco después el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires:
De hecho, la entidad precisó: “El 10 de mayo, el secretario de Salud, Dr. Fernando Migliavaca, indicó que las muestras remitidas para diagnóstico de rabia por el caso humano sospechoso de Coronel Suarez dieron negativas, tanto la titulación de anticuerpos antirrábicos como la RT-PCR, procesadas en el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur y en el ANLIS Dr. Carlos Malbrán respectivamente”.
Días después, la mujer falleció y la autopsia terminó revelando que efectivamente murió por rabia humana. Como indica el protocolo provincial, en Coronel Suárez se dispuso la vacunación antirrábica a los animales mayores de tres meses en un radio de 500 metros y el Ministerio de Salud alertó a través de un comunicado que la rabia humana se transmite a través de la saliva de animales infectados, tanto domésticos, como animales silvestres.
El período de incubación de la enfermedad es variable y en humanos va desde menos de dos semanas hasta más de un año, con un promedio de dos a cuatro meses. Sin ir más lejos, Di Giorgio, mamá de una nena de 5 años y un nene de 2, sufrió un cuadro de inmovilidad en sus brazos e hipersensibilidad semanas después de la mordedura. Y tiempo después, sufrió excitación psicomotriz, cefalea, fotofobia, alteración sensorial y midriasis (dilatación de las pupilas de los ojos).
Ya internada, la enfermedad le causó “otros síntomas, llegando al estado de coma”. Este caso representó la primera muerte humana por rabia en los últimos 13 años en la Argentina (hace 39 años que no se registraba un caso de rabia en humanos en territorio bonaerense) Hasta el momento, el último episodio similar había sido el fallecimiento de un nene de 8 años que fue mordido por un perro en Jujuy en el 2008.