Su cuerpo fue encontrado dentro de una camioneta, detrás de una obra en construcción. Fue juzgado hace unos años por traficar droga dentro de la organización que supuestamente comandaba Juan Suris.
Juan Ramón Romero Miranda, un narco de Bahía Blanca conocido como “El Mendocino”, fue encontrado muerto en la madrugada del miércoles dentro de una camioneta. Por la forma en la que lo hallaron, todo indicaría que se trató de un crimen con sello mafioso: su cuerpo estaba oculto en la caja del vehículo, envuelto en una bolsa de nylon y tenía un balazo en la cabeza.
La víctima, nacida hace 50 años en la provincia de Mendoza, había adquirido notoriedad luego de ser juzgado por pertenecer a la organización narco lideraba por Juan Ignacio Suris, el ex novio de la modelo Mónica Farro. En el debate, Romero Miranda -junto al resto de la banda- fue absuelto, pero por una sala de la Cámara de Casación Penal ordenó un nuevo proceso.
Según confirmaron fuentes policiales, el cadáver de “El Mendocino” fue encontrado poco después de las 1:30 en la esquina de las calles Pilcaniyen y Balboa, una zona del sur bahiense de casas bajas y calles de tierra. La Policía Bonaerense llegó luego de un llamado al 911 de un vecino, que informó acerca de una camioneta de color blanco abandonada detrás de una obra en construcción, no visible desde la calle. Cuando los efectivos del comando de Patrullas llegaron al lugar, observaron que se trataba de una Toyota Hilux con la tapa rígida de la cajuela y las llaves aún colocadas en habitáculo del conductor.
Al constatar que el vehículo no presentaba ningún pedido de secuestro, los efectivos preservaron la escena mientras esperaban la llegada de peritos para iniciar actuaciones en una causa calificada como hallazgo de vehículo. Pero no era tan simple. Poco después, todo daría un giro macabro, en un caso revelado por La Brújula.
Además de las llaves, dentro de la camioneta los peritos encontraron un acta labrada por un puesto de la Policía Caminera de la localidad pampeana de Jacinto Aráoz, en donde notificaban que ese vehículo tenía prohibición para circular. El nombre que apareció en el documento policial era el de Juan Ramón Romero.
Sólo con leerlo, los policías entendieron de qué se trataba la situación. La fama de “El Mendocino” lo precedía.
Las sospechas finalmente se materializaron. Los efectivos abrieron la caja de la Toyota Hilux y se encontraron con el cuerpo de un hombre, envuelto en la bolsa negra y con la herida en la cabeza. Inmediatamente convocaron al fiscal Hernán Javier Borzino, de la UFI Nº5 del Departamento Judicial de Bahía Blanca, quien ordenó todas las diligencias correspondientes. En el lugar se hizo presente, además, un medico legista después de una inspección visual del cuerpo, determinó que tenía “una herida compatible con proyectil de arma de fuego en la zona occipital”, que a su vez le produjo una fractura de cráneo.
Una vez concluidos los primeros peritajes en el lugar, cuando retiraron el cuerpo los efectivos reconocieron el rostro del hombre muerto y lo rápidamente se dieron cuenta de que se trataba de “El Mendocino”.
Su carrera en el hampa fue variada. Además de sus antecedentes por venta de droga dentro de la banda narco de Suris, Romero Miranda fue condenado en noviembre del 2017 por el juez correccional José Luis Ares a la pena de 4 años y 3 meses de prisión por los delitos de facilitación y explotación económica de la prostitución de personas mayores de edad. Según esa investigación, manejó en 2016 un prostíbulo desde la cárcel donde ya estaba detenido por el mismo delito.
En el lugar del hallazgo del cuerpo estuvo presente además, efectivos de la Superintendencia de Seguridad Región Interior Sur, de Departamental Bahía Blanca y la Comisaría Cuarta. La causa fue calificada como homicidio.
Las fuentes policiales consultadas revelaron que la camioneta Hilux estaba a nombre de un ingeniero de apellido Guzmán, que también había sido investigado en el marco de la causa Suris “por unas facturas truchas”. Según dijo su ex mujer, este hombre le vendió el vehículo a Romero Miranda, aunque no supo decir si fue directamente al “Mendocino” o a través de otro.
Este dato tomó relevancia después de los dichos de un testigo del barrio donde encontraron el cadáver, quien aseguró a los investigadores que el lunes hacia las 15:30 observó a un hombre ingresar a la obra en construcción a bordo de la camioneta blanca, para luego dejarla y retirarse del lugar en una auto pequeño también de color blanco. “Justo el ingeniero Guzmán tiene un auto de esas características”, indicó la fuente a este medio.
No fue lo único que llama la atención. Personas que conocían muy de cerca al narco asesinado le indicaron a la policía que “El Mendocino” salió de la cárcel hace dos años sin dinero ni recursos: había perdido todo lo que logró con la venta de droga y con los prostíbulos. Sin embargo, en tiempo récord, logró construirse una casa en la ciudad. “A todo trapo”, agregaron investigadores, quienes no dudan en decir que Romero Miranda “seguía en la joda de la falopa”.