Alexis Sebastián Abán entró a una confitería cercana al Hospital San Bernardo, pidió un café se fue sin pagar y quiso robarse una moto estacionada en la vereda.
La mujer que lo atendió en la confitería lo vio intentando arrancar una motocicleta que estaba estacionada en la vía pública, pero al no tener las llaves no logró su cometido por lo que llamó a la policía.
La jueza interina de Garantías 7, Claudia Puertas, lo condenó a la pena de dos años de prisión efectiva por ser autor de los delitos de estafa, hurto simple en grado de tentativa y robo calificado de vehículo dejado en la vía pública en grado de tentativa, todo ello en concurso ideal.
No obstante, cumplirá en la cárcel la pena de tres años y medio, ya que se unificó la condena con una anterior.