“No puedo vivir sin ella”: mató a su hija de 6 años y luego se suicidó en Mendoza

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La justicia mendocina determinó que la madre que asesinó a su niña atravesaba un cuadro depresivo y hace un tiempo había dejado de tomar su medicación.

El caso de Marisol Jofré, de 26 años, y el de su hija Ángeles Barros Jofré, de tan sólo 6, conmocionó a toda la provincia de Mendoza. Ambas fueron halladas muertas en la habitación de su vivienda por Nazareno Barros, el esposo y padre de la víctima, y tras la ardua investigación a cargo de la fiscal de Homicidios, Andrea Lazo, se logró establecer que no hubo intervención de terceros en la muerte de la madre y su hija, y que ambas fallecieron asfixiadas.

Personal de Policía Científica y del Cuerpo Médico Forense que trabajó en el lugar estableció que la causal de muerte de ambas fue “asfixia por ahorcamiento”. De hecho, al analizar la escena de crimen se determinó que la pequeña fue ahorcada con un pañuelo y que, minutos después, la madre se suicidó utilizando un alambre. “Logramos establecer que la mujer atravesaba un cuadro de depresión. Estaba en tratamiento, pero había dejado de tomar la medicación”, manifestaron desde el organismo. Por otro lado, un diario de la zona (El Sol) indicó que, antes de consumar el hecho, la mujer se había comunicado con su esposo y le dijo: “No puedo vivir sin mi hija”.

El caso

El hecho se dio a conocer el miércoles alrededor de las 19, cuando el padre de la menor, Nazareno Barros, regresó de trabajar a su casa. Al llegar al domicilio ubicado en la ciudad de Lavalle se encontró con una escena estremecedora: encontró a su esposa y a su hija muertas.

El hombre comenzó a pedir auxilio a los gritos, lo llegó a escuchar uno de los párrocos de la capilla que estaba a unos pocos metros de la vivienda, fue él quien dio aviso al 911. De inmediato se desplazó a la casa de la víctima una movilidad policial y, tras constatar las muertes, los uniformados entrevistaron al esposo de la víctima, quien contó que llegó a la vivienda y encontró a las víctimas colgadas de un rollizo del techo. Nazareno comenzó a gritar, pidiendo ayuda.

Los investigadores también confirmaron que el padre de la niña estuvo trabajando en un puesto de la zona y no contaba con antecedentes. Fue por eso que descartaron la intervención de terceros. La hipótesis de los detectives sostiene que la mujer empezó a empeorar en su cuadro de depresión y eso condujo a que tomara la decisión de acabar con su vida y la de su hija.

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