El argentino fue titular en la caída por 3-2 ante Clermont en la última fecha de la Ligue 1 y cerró su etapa en la institución con 32 goles y 34 asistencias en 75 encuentros.
Lionel Messi cerró este sábado su etapa en el París Saint-Germain (PSG) en la derrota por 3-2 ante Clermont y su último duelo en el Parque de los Príncipes no pasó desapercibido porque la enemistad de los fanáticos del campeón de la Ligue 1 continuó exponiéndose en la noche francesa con distintos momentos que enmarcaron su despedida en esa liga europea.
El pitazo inicial de Thomas Leonard solo fue un mero formalismo, ya que el compromiso comenzó a jugarse en el precalentamiento desarrollado en la llegada de los equipos al estadio. A pesar de que el campeón del mundo no le dio importancia al entorno, un grupo de hinchas volvió a criticar insólitamente a Leo con silbidos. Una práctica bastante habitual en las últimas semanas para expresar su descontento, aunque siempre demostró ser una pieza crucial en la formación e hizo valer su estatus de mejor jugador del planeta: fue el máximo asistidor del equipo con 16 pases gol y quedó a dos del récord absoluto impuesto por Ángel Di María.
Los jugadores, que portaron el nombre del arquero Sergio Rico en sus camisetas, salieron acompañados por sus hijos. Y Leo, obviamente, estuvo de la mano de Thiago, Mateo y Ciro, sus tres herederos. El detalle es que el menor apareció con un yeso en su brazo izquierdo.
Nuevamente, las tribunas del Parque de los Príncipes estuvieron copadas por un grupo de personas que decidieron reprobar al futbolista argentino que jugó su 75° partido en el club. Tras los silbidos que bajaron en la previa, el director deportivo del club, Luis Campos, se expresó ante las salidas de Leo y Sergio Ramos: “Discutimos mucho su futuro y llegamos a esta decisión de separarnos de estos dos grandes futbolistas. La vida sigue”. Apenas un puñado de horas antes, el club había publicado una serie de tuits en sus redes para confirmar la noticia: Messi no seguirá en PSG.
