María Paz Varales compartió las conversaciones que mantuvo con el vendedor. Las estafas a través de redes sociales siguen a la orden del día.
La llamada “viveza criolla” no tiene límites y las estafas a través de las redes sociales siguen a la orden del día. Si bien ya no es confiable guiarse por el número de seguidores de un perfil o los comentarios que tiene una publicación -porque todo puede falsearse-, los engaños resultan cada vez más convincentes y los usuarios siguen cayendo en la trampa.
Ayer, le tocó a María Paz Varales; quien luego de comprobar que había sido engañada por un hombre al que contactó por el Marketplace de Facebook para comprar un sillón, hizo catarsis en Twitter y su historia se viralizó.
Lo insólito de lo ocurrido es que el estafador le pidió disculpas y le admitió que se encontraba en la cárcel. “Estoy preso, mil disculpas. Me mantengo de esa forma”, fue la última respuesta que recibió Paz antes de que la bloqueara.

La joven le transfirió por Mercado Pago $5 mil en concepto de adelanto por el flete
Bajo el perfil falso de Francisco Vargas, el presidiario ofrecía un sofá cama de dos cuerpos, tapizado en chenille de color verde militar, por el valor de $70 mil cuando el precio en el mercado no baja de los $100 mil. El aviso decía “vendo urgente” y explicaba que no le entraba en lugar que pensaba ubicarlo por lo que tenía que comprar un nuevo.
“El vendedor era de Pilar. Primero, me dijo que lo fuera a buscar y después me ofreció traerlo hasta Palermo porque él tenía que venir a CABA. Me pasó $8 mil por el servicio de flete y me aseguró que la entrega sería alrededor de las 13 horas”, contó Paz en diálogo con Infobae.

El sillón de dos cuerpo, que se hace cama, estaba publicado en 70 mil pesos
Hasta ese momento nada hacía dudar que la operación pudiera salir mal. Sin embargo, todo cambió cuando le pidió un anticipo de $5 mil para la nafta. “Lo que falta y la totalidad del valor del sillón lo abonas contra entrega”, le dijo el estafador.
“Una trata de sentirse astuta, preguntando, negociando, pero me pasó igual. Sinceramente, le creí que era una persona que se quería sacar el sillón de encima. Él me dijo que como me lo había vendido, le convenía venir a Capital porque también quería concretar ese mismo día la compra de otro sillón”, relató Paz.

El sofá, además, podía transformarse en dos cuerpos individuales
A pesar de que le contó a una amiga lo que estaba por hacer y ella le aconsejó que desistiera de la compra, Paz estaba empecinada con el sillón. “Era divino, no había visto otro que me gustara tanto y el precio me pareció re accesible porque hasta me habían llegado a pedir $400 mil por uno similar”, detalló.
Tras hacer la transferencia de los $5 mil por Mercado Pegado a la cuenta vargas.962.escena.mp, la joven le envió el comprobante al estafador por WhatsApp, quien le confirmó que a las 13 horas estaría por su domicilio.
“Me imaginé que por el tráfico que hay en la Panamericana podía llegar a retrasarse, pero eran las 14 y no llegaba, eran las 14:40 y no respondía, y ahí caí en que me había estafado”, se lamentó la joven.

Chat que la estafada mantuvo con el estafador
Ya resignada, a las 15:38, le envió otro mensaje para desquitarse:” ¿Por $5 mil jugas con los tiempos y las necesidades de la gente? Lo que nunca imaginó es que dos minutos después le respondería que era un profesional de las estafas y que se ganaba la vida de esa manera.
“En ese mismo momento, no solo había desaparecido la publicación del Marketplace sino también el usuario de Facebook. Al menos, celebré la delicadeza de que se haya sincerado conmigo. Su mensaje me ayudó a ponerle fin a la situación”, admitió Paz, quien en ningún momento pensó en hacer la denuncia correspondiente. “Es desgastante y siempre queda en la nada”, aseguró.
“El estafador fue muy pillo. Usó una foto de una casa real. Le pedí un video y me lo mandó. También me especificó las medidas. Estoy segura de que ese sillón existió. Quizás le pidió esa filmación a la persona que lo vendía en algún momento. La conversación daba muy natural”, remarcó Paz para auto convencerse de que también le podría haber pasado a otro comprador en esa misma situación.