Una vez concretado el femicidio, confesó el crimen y quedó detenido.
Brunella Yemi Curie Centeno tenía 23 años, era oriunda de Perú y desde hace un tiempo que se había instalado en la bella ciudad bonaerense de Tandil. La joven vivía abrazada a un botón antipánico que las autoridades le habían otorgado el 14 de julio de este año, cuando denunció por violencia de género a su pareja, Nahuel Maximiliano Shunk. En ese momento, la Justicia ordenó que sobre el agresor recaiga una restricción perimetral, pero la medida no se cumplió. Incluso, el hombre nunca abandonó la casa que compartía con Brunella y el último fin de semana, luego de una feroz discusión entre ambos, la estranguló.
El hecho se conoció en las últimas horas, pero ocurrió cerca de las 9 de la mañana del domingo en la casa que la pareja compartía en la calle Pellegrini al 1700 de la citada localidad ubicada a 350 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Según pudieron determinar los policías en base al relato de testigos y vecinos, la víctima mantuvo una “fuerte discusión”, en la que se oyeron golpes y gritos, con el hombre de 27 años.
De acuerdo con los investigadores, en medio de esa pelea, que fue escuchada por los vecinos de la pareja, el agresor atacó a su novia, la agarró con fuerza del cuello y la asfixió hasta su muerte. Una vez concretado el femicidio, Shunk fue directamente hacia la Seccional Segunda de la policía local, donde confesó el crimen y quedó detenido.
Cuando los efectivos se acercaron al lugar, encontraron a la joven sobre la cama agonizando, por lo que la llevaron de urgencia al hospital más cercano en un intento por salvarla. A pesar de eso, murió en el camino. De acuerdo con la autopsia, la mujer de 23 años falleció a causa de “una asfixia mecánica”.
