El 8 de abril pasado, en Tartagal el acusado interceptó en la calle a su expareja y comenzaron a discutir por celos. La arrastró de los cabellos, la golpeó en el estómago y en la boca mientras la insultaba y amenazaba.
Por ese hecho, el hombre de 46 años fue condenado como autor de los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y por el género, y amenazas en contexto de género, y cumplirá la pena de un año y seis meses de prisión de ejecución condicional.
Azucena Margarita Vásquez, jueza de la Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal, le impuso la obligación de fijar domicilio y someterse al control de un patronato. Además, tendrá prohibido acercarse a menos de doscientos metros de la víctima y de comunicarse con ella por cualquier medio. Tampoco podrá usar estupefacientes o abusar del consumo de bebidas alcohólicas.
