El can antinarcóticos “Ursa” detectó el estupefaciente al olfatear tres envíos postales que habían sido interdictados sobre la Ruta Nacional Nª 9, al controlar un transporte de cargas.
Como resultado de una “entrega vigilada” de las encomiendas, los gendarmes detuvieron a un hombre y una mujer en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En Tucumán los gendarmes del puesto de control “Trancas”, que depende del Escuadrón 55, mientras realizaba controles vehiculares sobre el kilómetro 1.358 de la Ruta Nacional N° 9, detuvieron la marcha de un camión para registrar los envíos postales de una empresa de paquetería que partió de Salta.
Los uniformados observaron como el can detector de narcóticos “Ursa” marcaba la presencia de estupefaciente en tres encomiendas trasladadas en el vehículo. Al dar intervención al Juzgado Federal Nº 1 de Tucumán, se inició la actividad de apertura de los bultos sospechosos.
En presencia de testigos, los funcionarios hallaron los característicos “ladrillos” amarillos. Al ser peritados alcanzaron un peso de 30 kilos 927 gramos de cocaína.
El Estupefaciente fue suplantado para continuar con el itinerario de destino de las encomiendas, bajo la modalidad de “entrega vigilada”, a fines de identificar a los destinatarios.
Ayer, los integrantes del Escuadrón de Investigación de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Buenos Aires”, en la Ciudad Autónoma detuvieron a una ciudadana de nacionalidad boliviana y de un hombre de nacionalidad peruana, que se presentaron a retirar las encomiendas.
