Los niños de la escuela n° 4631 Virrey Francisco de Toledo, ubicada en La Silleta, Campo Quijano, llevan 2 años esperando que se concluyan las obras de ampliación en el edificio. Una mamá relató como los chicos vienen tomando clases en condiciones poco óptimas, distribuidos entre las aulas de catequesis de la vicaría y el colegio secundario.
La obra fue largamente esperada por la comunidad educativa e impulsada por directivos y autoridades, luego de que se conociera a nivel provincial que los alumnos no tenían un comedor ni baños en condiciones. Se logró un presupuesto superior a los 330 millones para poder ampliar y prácticamente renovar totalmente la institución, pero todo se vio truncado por las demoras y la suspensión de las obras.
Hoy, los padres y los alumnos esperan -y desesperan- porque las obras se finalicen y puedan retornar a la casa de estudios.
Silvina, la mamá de un alumnito de la escuela, explicó a #lallavedelportal como recibieron clases los niños hasta ahora: repartidos en diferentes locales, con los baños constantemente colapsados o con clases virtuales, por la imposibilidad de volver a su lugar, al que apenas le falta completar un 8% de la obra.
