Mientras en distintas zonas de la provincia de Salta avanzan importantes obras públicas, la postal que ofrece Orán es la del olvido y la frustración. En la capital provincial, se inauguró recientemente una moderna circunvalación con avenidas. En General Güemes, se encuentra en etapa final la nueva terminal de ómnibus. En Vaqueros, se construyen puentes para mejorar los accesos y la conectividad regional. Sin embargo, en Orán, la emblemática Ciudad Judicial —anunciada con bombos y platillos— continúa en completo abandono.
La obra de la Ciudad Judicial de Orán, que prometía descentralizar el servicio de justicia y dar un salto en infraestructura institucional para la región, hoy luce desierta y sin indicios de reactivación. A medida que pasan los meses, las expectativas de una pronta culminación se diluyen, y el deterioro avanza sobre una inversión millonaria que permanece inconclusa.
La falta de respuestas concretas desde el Gobierno Provincial y la ausencia de gestión firme por parte de los legisladores oranenses vuelve a quedar expuesta.
Orán cuenta con seis diputados provinciales, cada uno con un salario aproximado de 4.300.000 pesos mensuales. Sin embargo, el nivel de representación y defensa de los intereses del departamento en materia de obras públicas es prácticamente nulo.
De los seis diputados, tres dejarán sus bancas el próximo 10 de diciembre: Gloria Seco, Carolina Ceaglio y Ramona Riquelme, dejando como saldo una gestión legislativa sin logros visibles en términos de infraestructura estratégica para Orán.
Mientras en otros departamentos se inauguran, amplían o finalizan obras que mejoran la calidad de vida y fomentan el desarrollo, en Orán la ciudadanía observa con resignación cómo las oportunidades se esfuman, una tras otra.
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