En Rosario de Lerma y zonas aledañas, el abigeato se ha convertido en una amenaza persistente que golpea la economía rural. En el último tiempo, la Policía registró dos casos en la zona, uno esclarecido a principios de año y otro, hace apenas un mes, aún en investigación. El corredor delictivo más es Corralito, bautizado por los lugareños como “la ruta del abigeato”. Allí, la falta de controles, los alambrados caídos y el aislamiento facilitan el trabajo de cuatreros organizados. Víctor Cardozo, productor local, sufrió la pérdida de 100 vacas en un año, “Esto es grave y nos está arruinando”.
Los delincuentes actúan con conocimiento del terreno, moviendo el ganado por cauces de ríos para evitar rastros. Según el productor Sebastián Guerrero, incluso operan armados y alcanzan barrios urbanos de Rosario de Lerma como San Jorge e Islas Malvinas.
“La coordinación entre municipios es clave”, advierte. El fenómeno ya traspasó límites geográficos, en La Viña y El Parral también denuncian ataques. Ema Gaspar, productora, resume el sentir general “Nos están vaciando. Estamos cansados”.
La Policía, busca cerrarles el paso. Se trabaja en mapeos de “zonas calientes” y en un grupo de WhatsApp para mejorar la comunicación con los productores. Además, coordinan con el municipio la instalación de cámaras de seguridad donadas, en un intento de frenar un delito que no solo roba animales, sino también el sustento de muchas familias trabajadoras del Valle de Lerma.
Valle de Lerma Hoy
