Ante el frente judicial que se abre y en medio de los cuestionamientos del grueso de la oposición, el Gobierno buscó rodear de respaldo político la decisión que tomó el presidente Alberto Fernández de recortar en 1,18 el porcentaje de coparticipación de la Ciudad para traspasarle más fondos a la provincia de Buenos Aires.
El día después al anuncio se intensificaron los contactos entre ministros y funcionarios del Gobierno con gobernadores para que desde las provincias se explicite un apoyo a la medida, que contrasta con la postura que fijaron ante aquel decreto de necesidad y urgencia que firmó Mauricio Macri para aumentar la coparticipación de la Ciudad de 1,4 a 3,75%, en virtud del traspaso de la Policía Federal.
Precisamente fue ante el reclamo de los gobernadores que, dos años después, Macri redujo ese porcentaje a 3,5%, que ahora Fernández fijó en 2,32%.
Si bien los gobernadores Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Sergio Uñac (San Juan) ya se habían pronunciado vía Twitter y se plegaron al reconocimiento que hizo Axel Kicillof hacia el Presidente por restituir los “recursos que históricamente pertenecieron a los bonaerenses”, la intención de la Casa Rosada fue anticiparse a la exposición de esta tarde del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Por eso, intensificaron los contactos para que los gobernadores del PJ y los aliados de partidos provinciales manifestaran su apoyo en bloque.
Este jueves el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, tuvo por motivos de gestión dos encuentros virtuales con Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Juan Manzur (Tucumán). Y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, cruzó mensajes con un nutrido grupo de mandatarios.
Fueron, finalmente 19 gobernadores que suscribieron un documento, titulado “Reducir desigualdades para una Argentina Federal”, en el que respaldan “la medida anunciada por el presidente Alberto Fernández para empezar a corregir los desequilibrios de un país concentrado” y confían en que permitirá “reabrir el diálogo sobre la distribución de recursos para evitar cualquier tipo de favoritismos en distribución de fondos o proyectos”.
Además de Kicillof, Uñac y Zamora, y salvo los cambiemitas Gustavo Valdés (Corrientes), Gerardo Morales (Jujuy) y Rodolfo Suárez (Mendoza); y el peronista juan Schiaretti (Córdoba), firmaron todos los gobernadores. Incluidos dirigentes que tuvieron buena relación con Macri, como Omar Gutiérrez (Neuquén) y Gustavo Sáenz (Salta).