El juvenil de 17 años fue la figura del triunfo ante el Villarreal: anotó dos goles y le cometieron el penal que cobró el capitán.
En el encuentro en el que todos los ojos, como lupas, estaban posados en Lionel Messi, fue Ansu Fati, la nueva joya de La Masía, quien se robó la atención. El nacido en Guinea-Bissau (que representa a la selección española), de 17 años, convirtió los dos primeros goles y provocó el penal que cobró el argentino en la goleada del Barcelona frente al Villarreal, por la Liga de España.
Dos definiciones perfectas suyas (primero con un remate alto, al ángulo, tras un centro de Jordi Alba; luego con un tiro rasante al primer palo) le abrieron el camino de la victoria en el Camp Nou. Y hasta le otorgó la posibilidad de gritar al capitán, de 33 años, desde los 12 pasos. Le alcanzaron 69 minutos para ser la figura del duelo: Ronald Koeman decidió reemplazarlo por el francés Ousmane Dembelé.
Fati se presenta como el heredero de Messi. En los últimos días, el juvenil que ya debutó en la selección mayor de España de la mano de Luis Enrique renovó su contrato con la institución hasta 2022, que elevó su cláusula de salida para evitar que otros clubes poderosos se fijen en él.
Según reporta el diario Marca, uno de los motivos que habría llevado a la cúpula que comanda el presidente Josep Maria Bartomeu a aplicarle un monto de rescisión de 400 millones de euros al joven estrella fue una oferta que habría llegado a las oficinas del club catalán. El medio de Madrid indica que fue el nuevo representante de Ansu Fati, el portugués Jorge Mendes -el histórico apoderado de Cristiano Ronaldo- el que puso sobre la mesa que un club estaba interesado en pagar unos 150 millones de euros por el pase del futbolista: 125 millones fijos y los 25 restantes en variables según el rendimiento del extremo.
A pesar de que no trascendió la institución que habría realizado la propuesta para llevarse en este mercado de pases a Ansu Fati, uno de los equipos que se mostró interesado en el delantero culé fue el Manchester United, histórico club que milita en la Premier League de Inglaterra.
El pasado 23 de septiembre estampó su firma como nuevo jugador del primer equipo y extendió su vínculo con el Barcelona hasta junio de 2022 con la posibilidad de prorrogar el vínculo por otros dos años -hasta 2024-. Además, su cláusula también se actualizó, ya que pasó de 170 millones a los 400 ya mencionados.
El veloz atacante, que acumula diez goles en 34 partidos oficiales y que logró registros históricos en el club culé como convertirse en el jugador más joven de todos los tiempos en marcar un gol en la Liga -lo logró con 16 años y 304 días- o ser el más joven en ser titular en el Camp Nou y en jugar un partido de Champions League, también renovó el número que utilizará durante la temporada 2020-2021. Ansu Fati dejó el 31 y usará el 22 que utilizó Arturo Vidal, nuevo fichaje del Inter, de Milán.
Rápido, con muy buena capacidad técnica y versatilidad para moverse por todo el frente de ataque, el guineano también tomó una determinación que lo llevó a distanciarse un poco de la familia Messi. El juvenil era representado por Rodrigo, el hermano de Leo. Sin embargo, a mediados de agosto, decidió romper el vínculo para cambiar de apoderado: de ahora en más será representado por Jorge Mendes, quien maneja la carrera de Cristiano Ronaldo.
Según informó Mundo deportivo, Fati firmó con Gestifute, la empresa de representación que conduce el portugués y que también tiene en su grupo de clientes, entre otros, a Bernardo Silva, a Ángel Di María y a Joao Cancelo, entre otros.
No hubo un comunicado oficial argumentando la ruptura: en su corta carrera, Ansu ya cambió tres veces de representante: comenzó con Junior Minguella, estuvo bajo la tutela de su padre, Bori Fati, trabajó con Rodrigo Messi, y ahora pasó al staff de Jorge Mendes.
En el juego, al menos, la determinación no influyó en absoluto. Messi, que en su momento apadrinó a Fati al momento de su irrupción en la élite, saludó al juvenil en cada una de sus conquistas, y lo mismo hizo el canterano cuando el argentino cambió el penal por gol. Además, cuando el juego lo pidió, se combinaron. Los sueños de reinvención de Barcelona se cimentan en lo que puedan ofrecer la estrella experimentada y la naciente.