Desde hace varios meses los ómnibus del transporte urbano dejaron de circular por la calle Ituzaingó debido a la repavimentación y al descubrimiento de restos de las vías que utilizaban los viejos tranvías que circulaban por la ciudad.
Ante esa situación la jefa comunal decidió hacer una obra millonaria y dejar a la vista y cubierta por vidrios parte de los durmientes y los rieles. Seguramente si se sigue levantando el pavimento en distintas calles de la ciudad tambien se encontrarán durmientes y rieles, solo falta repasar la historia de Salta y conocer cual era el recorrido de los tranvías en la Salta de antes.
El hecho que los colectivos vuelvan a circular por la calle Ituzaingó significaría un enorme movimiento de cientos de ómnibus que podrían volver a mover el pavimento y desestabilizar la millonaria obra de los durmientes y rieles.
Si bien en diversas oportunidades se analizó la posibilidad de cambiar el recorrido de los colectivos y en una de esas brillantes ideas se hicieron dos calles seguidas con la misma dirección norte sur y sur norte para facilitar la circulación vehículos fue todo un fracaso y solo duró pocos meses.
Mucha gente se queja actualmente de que deben caminar dos cuadras hasta la calle Sarmiento, para utilizar el transporte público de pasajeros, pero desde SAETA ya aclararon que no tienen pensado traer los ómnibus de nuevo a la Ituzaingó.
Pero todavía no finalizaron los trabos en el denominado Paseo “Ventanas al Pasado”.
Con el objetivo de reforzar las obras y optimizar los trabajos en Ituzaingó al 200 se está empleando hormigón reemplazando al bituminoso para que sea más duradero y evitar el movimiento del suelo.
