La aeronave tenía 15 años y pertenecía a la aerolínea Yeti. Nepal ha sido objeto de reiteradas sanciones internacionales por la falta de controles.
Un avión con 72 pasajeros se estrelló en Nepal por causas que aún se desconocen. Hay al menos 68 personas muertas. Entre las víctimas había bebés, niños y varios extranjeros, entre ellas; una argentina. La aeronave había salido de desde la capital, Katmandú, y se dirigía hacia la ciudad de Pokhara.
Al estrellarse, la aeronave cayó en una especie de barranco, de modo que a los rescatistas les resultó complejo realizar sus tareas de asistencia:
“La mitad del avión está en la ladera”, afirmó Arun Tamu, un residente local. “La otra mitad ha caído en el desfiladero del río Seti”, dijo a Reuters. El lugar de la caída se puede describir como un desfiladero entre dos colinas.
El trágico hecho se produjo cuando el avión trataba de aterrizar en Pokhara, localidad turística en el centro de Nepal, muy popular entre montañeros.
La ruta: el viaje desde la capital hacia Pokhara, es una de las rutas turísticas más populares del país himalayo. Es muy común porque muchos prefieren un vuelo corto en lugar de un viaje de seis horas por carreteras montañosas, por medio terrestre. El avión había salido de la capital (Katmandú) y se estrelló poco antes de llegar a su destino.
Los extranjeros eran cinco indios, cuatro rusos, dos surcoreanos, un irlandés, un australiano, un argentino y un francés.
El portavoz del aeropuerto de Pokhara, Anup Joshi, confirmó que el avión se estrelló cuando se aproximaba a aterrizar dijo que “volaba a 12.500 pies y estaba en descenso normal”. El clima el domingo estaba despejado.
