El Gobernador, Gustavo Sáenz no la pasó muy bien ayer en Orán al inaugurar el hospital modular ya que al finalizar el acto se escapó presurosamente en el momento que manifestantes rodeaban el vehículo y no lo dejaban circular.
La camioneta recibió patadas y golpes de puño mientras la policía trataba de alejar a los protestantes y abrir paso entre la gente para que pudiera salir.
Los manifestantes, vecinos de Orán querían una respuesta de Sáenz a los reclamos planteados por el abultado incremento en las boletas de EDESA a los que se sumaron los trabajadores que están en huelga en el Hospital san Vicente de Paúl.
Sáenz recibió también toda clase de agravios y el propio ministro de Salud, Federico Mangione cuestionó el operativo de seguridad montado por la Policía.
“Alguien se tiene que hacer responsable, porque estuvo pésimo”, dijo el funcionario.
Sáenz salió por el costado del hospital modular que se inauguró tratando de esquivar a la gente que lo aguardaba. Los manifestantes advirtieron la situación y se fueron encima del vehículo que trasladaba al mandatario.
Una vez que la policía entre los forcejeos y empujones pudo abrir paso la camioneta se alejó velozmente del lugar.
La gente que le arma la agenda al Gobernador debió haber tenido en cuenta que no era el momento de llevar al mandatario a Orán donde desde hace un mes hay cortes de ruta en protesta por los aumentos de EDESA y paro de trabajadores de la salud. Tendrían que haber advertido la situación y no exponer al Gobernador a que tenga que salir practicamente huyendo de un acto donde se inauguró un hospital modular con una inversión que supera los 200.000 dolares.
