Amplían acusación tras el homicidio culposo de un exfuncionario a enfermera y a un supervisor de obra de la Municipalidad
El hecho ocurrió el pasado mes de septiembre, cuando el ex funcionario municipal Gabriel Olivera, quien ocupó el cargo de director de Discapacidad en la capital salteña, durante la gestión de Miguel Isa sufrió un siniestro vial y tras ser asistido en el lugar, se retiró a su domicilio, donde falleció luego.
El accidente se produjo en el barrio Solís Pizarro, donde los vecinos afirmaron que había una obra de bacheo que estaba mal señalizada.
La fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Verónica Simesen de Bielke, amplió imputación en forma provisional a una licenciada en enfermería ya imputada como autora del delito de homicidio culposo por mala praxis en perjuicio de Gabriel Alejandro Olivera, por el delito de falsedad ideológica de instrumento público en concurso ideal, al surgir del avance de las tareas investigativas, que la profesional, en su calidad de funcionaria del SAMEC, habría adulterado la planilla de triaje (clasificación de los pacientes según el tipo y gravedad de su dolencia o lesión, para establecer el orden y el lugar en que deben ser atendidos), consignando que el paciente se habría negado a ser trasladado para recibir asistencia, cuando los testimonios recibidos en sede fiscal no revelan tal circunstancia y tampoco consta en los documentos del personal policial interviniente.
La profesional estuvo acompañada de un defensor particular y prestó declaración.
El funcionario municipal, quien se desempeñaba como supervisor de la obra pública de bacheo en el lugar del siniestro, fue imputado este miércoles por incumplimiento de los deberes de funcionario público debido a que, según consta en los informes, la obra que se encontraba en ejecución, no se encontraba debidamente señalizada.
De acuerdo al relato de familias de la zona, el siniestro ocurrió en la madrugada en la calle Las Cigueñas, sitio que estaba siendo repavimentado por el plan de obras que dispuso el municipio. Los vecinos aseguraron que el pavimento está cortado casi en la totalidad de uno de sus carriles y presenta una caída de poco más de 30 centímetros.
“Esa noche se escuchó una explosión y cuando salimos a la calle a ver, notamos que un señor se había metido en el pozo con su auto, y que salió por su medio y se sentó apoyado en un poste”, relató una de las vecinas quien contó que la ambulancia demoró unos 45 minutos en llegar y consideró que la atención de parte de los profesionales de la salud no fue la más acorde.
Olivera sufrió politraumatismos, pero igual se fue a su domicilio, ubicado en el barrio San Rafael, donde sufrió una descompensación y luego falleció.
