El 1 de septiembre del año pasado, un joven de 23 años compró y ocultó en la casa de su madre una moto que había sido sustraída en la vía pública.
La jueza María Soledad Rodríguez, vocal de la Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal, lo condenó a la pena de siete meses y veintisiete días de prisión de ejecución efectiva por ser autor del delito de encubrimiento.
En el mismo fallo, se dejó sin efecto la condicionalidad de una condena anterior y ambas fueron unificadas en la pena de tres años, siete meses y veintisiete días de prisión de ejecución efectiva. Al finalizar la audiencia, el acusado fue trasladado hacia la Alcaidía de Tartagal.