La segunda ola de Covid-19 trajo más días de internación, pacientes más jóvenes, y ausencia de remedios eficaces

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El promedio de pacientes que necesitan respiradores es de 17días, las internaciones duran más tiempo y las camas escasean. Tan sólo un par de  medicamentos combaten la infección.

La primera ola de coronavirus fue violenta, con alta rotación de ocupación de las camas de terapia intermedia e intensiva, pero durante la segunda ola de Covid-19 se está registrando un fenómeno, en todos los hospitales y clínicas del país, de pacientes que demoran más tiempo en recuperarse, a pesar que  muchos de ellos tienen menos edad que los afectados  durante la primera oleada, y enfermos que arriban a los nosocomios en estado crítico y que deben ser atendidos en unidades de terapia intensiva (UTI) durante varias semanas.

Consultas realizadas, a los médicos responsables de tratar a diario con la pandemia en los lugares en los que los pacientes intentan no sucumbir a las infecciones de sus organismos, reflexionaron acerca de esta cuestión y de la paradoja de contar con una gran cantidad de vacunas disponibles, en el mundo, que sirven como profilaxis frente a la pandemia y el escaso desarrollo de fármacos que sean eficaces para salvar vidas humanas mientras se desarrolla la enfermedad.

En los centros de internación las diferencias con respecto a lo que sucedía un año atrás hay que buscarlas en el ingreso de personas de menor edad que por sus fortalezas orgánicas ofrecen una resistencia  más extensa en el tiempo al virus. “Las estadías se extienden cada vez más. En la primera ola, el promedio de edad era de arriba de 60 años, en estos días, estamos viendo que aquellos que están ocupando las camas de terapia intensiva están por debajo de los 50 años”, precisó Guillermo Chiappero de la Sociedad Argentina de Terapia  Intensiva (SATI).

El ingreso a los cuidados de atención crítica se produce porque los pacientes llegan directamente con cuadros muy graves. Los integrantes de los servicios de emergencias, como el SAME, observan también que este año han debido trasladar personas de mediana edad en estado severo de salud y en parte sucede porque “se dejan estar”, no se realizan el test de PCR o demoran en consultar a un médico ante los primeros síntomas.

En el hospital Santojanni, en Liniers, CABA, los terapistas explicaron que “antes de la pandemia, por ejemplo en 2019, el promedio de internación en las UTI era de 7 días. Cuando comenzó la pandemia en nuestro país, en 2020, la media fue de dos semanas y, en algunos casos, hasta 20 días de internación. Pero, este año todos los colegas observan que muchos pacientes se recuperan recién a los 30 días”.

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