De acuerdo al análisis de la Unidad de Datos de Infobae, mientras los nuevos casos diarios están en descenso, los fallecidos no bajan al mismo ritmo. En un escenario político preelectoral, sigue registrándose un promedio de más de 500 muertes por día a nivel nacional
Con los 792 muertos reportados hoy, récord desde el inicio de la pandemia, Argentina llegó a las 90.281 víctimas fatales por el virus. Se trata de un escenario inimaginable hace 14 meses, que Alberto Fernández aspira a poder dejar atrás de cara a las legislativas que tendrán lugar en menos de tres meses.
A medida que avanza la vacunación, el descenso de los contagios de coronavirus parece haberse consolidado. En las últimas dos semanas, el promedio de nuevos casos diarios a nivel nacional registró un descenso del 32%: pasaron de 26.625 a 18.006. Sin embargo, la cantidad de fallecidos sigue alta, con 524 muertos promedio por COVID-19 por día.
A este ritmo, Argentina alcanzará los 100.000 en 19 días. El número diario pareciera haber quedado naturalizado en medio de las disputas internas dentro del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, en la previa del inicio de la campaña electoral. Sin filminas con gráficos, ni anuncios de nuevas restricciones en puerta, la cifra dejó de estar presente en los discursos políticos.
Hace quince días, el promedio de fallecidos diarios era de 565, por lo que la baja en las muertes fue de apenas el 7% con los datos de hoy, tres veces menos que el ritmo al que vienen bajando los nuevos casos.
El ritmo que adquirió la inoculación en mayo y junio -llegaron 11 millones de dosis en los últimos dos meses-, se transformó en el eje discursivo actual del Gobierno. “Hay un activo para contar con el tema de la vacunación y estamos entrando a lo que sería el tramo final de la pandemia. Es un relato positivo para la campaña, y en el medio, empezará a tener más peso la agenda económica”, sostiene un funcionario albertista esperanzado sobre la posible performance del oficialismo en un desafío electoral clave con vistas al 2023.
Sin embargo, la cifra de casi 500 nuevas muertes diarias no permite anunciar todavía oficialmente que lo peor de la pandemia quedó atrás. Se suma la incertidumbre respecto de la variante Delta, y la posibilidad de que pueda empezar a circular dentro del país. También, los interrogantes sobre la aplicación de las segundas dosis para completar el esquema de inoculación.
Los expertos coinciden en que, en la baja de los casos diarios, se está viendo el impacto de la vacunación. También, en que existe un delay entre la caída en los contagios y el consecuente descenso en las muertes, por el tiempo que puede insumir el agravamiento del cuadro y la estancia en terapia intensiva. La demora en verse reflejada puede superar el mes.
En esta segunda ola, por el ingreso de pacientes de menor edad a las terapias intensivas -en promedio, entre 40 y 60 años-, se prolonga la estadía en las unidades de cuidados críticos hasta una evolución favorable o, en un número menor de casos, el fallecimiento. Mientras que en la primera ola el promedio era de dos a tres semanas en terapia, en esta segunda ola se extiende hasta seis semanas.
“Posiblemente haya que esperar hasta la primera quincena de julio para que se empiece a ver una baja en fallecidos. Siempre que no haya un rebrote a partir de la circulación de la nueva variante Delta”, sostuvo el médico infectólogo Roberto Debbag ante Infobae.
Esta cifra está acompañada por la alta ocupación de camas de terapia intensiva, que se ubica en un 72,6% a nivel nacional. Este porcentaje alcanzó un pico el 1 de junio pasado, con 78% de ocupación, y ha mostrado una ligera tendencia al descenso en los últimos cinco días.
Hoy son 7.326 los pacientes que requieren cuidados críticos y hay 280.112 que cursan la enfermedad activamente. Del total de 4.298.782 infectados desde la llegada del virus al país, se recuperaron 3.928.389, es decir que el 91% de los positivos detectados ya obtuvo el alta médica.
La segunda ola impactó de lleno a partir de abril en el Área Metropolitana (AMBA), y luego, al igual que el año pasado, se fue irradiando a las provincias.
En los últimos 14 días, se observaron descensos en el promedio semanal de nuevos muertos diarios en 12 provincias, dos casos se mantuvieron estables (Chaco y San Juan) y en otros 10 continúan aumentando.
Con relación a los aumentos: en Jujuy se observó una suba del 300%, aunque hay que considerar que los números absolutos son bajos: pasó de 1 a 4 muertos diarios en las últimas dos semanas.
Hay 3 provincias que para el mismo período de tiempo muestran aumentos considerables en este indicador. Son los casos de Catamarca (167%), Entre Ríos (92%) y Neuquén (87%). Aunque vale aclarar que si bien los aumentos pueden parecer elevados, en números absolutos las cantidades son bajas. Por ejemplo en Catamarca se pasó de 3 a 8 muertos diarios.
Le siguen Chubut, San Luis, Santa Fe, Formosa, Córdoba y Salta.
Las 12 provincias que tienen un descenso en el promedio semanal de los nuevos muertos diarios son: Tierra del Fuego, Santa Cruz, La Rioja, Corrientes, La Pampa, Tucumán, Mendoza, Río Negro, CABA, Misiones, Buenos Aires y Santiago del Estero.
En el caso de CABA, hace dos semanas estaba en 44 decesos promedio por jornada, y hoy es de 35. Es una baja del 20%.
La provincia de Buenos Aires registró un descenso del 15% en las últimas dos semanas. Pasó de 272 muertos cada 24 horas, a 230.
La provincia con mayor número de muertos acumulados es Buenos Aires, la más populosa. Con los reportados hoy, alcanzó 45.808 víctimas fatales. Esta cifra equivale al 51% del total de muertos por COVID-19 en todo el país desde el inicio de la pandemia.
Le sigue la Ciudad de Buenos Aires, con 10.071 fallecidos, el 11% de los decesos por el virus a nivel nacional.
Luego se ubican Santa Fe con 6.290; Córdoba con 4.845 y Mendoza con 3.076 muertos acumulados a la fecha.
Pero si se analiza la mortalidad, el ranking lo lidera la Ciudad de Buenos Aires que sigue teniendo el peor valor de este indicador: 3.271 fallecidos por cada millón de habitantes. Se mantuvo con un valor alto desde el inicio de la pandemia.
Luego se ubican Buenos Aires con 2.587, Neuquén con 2.561 y Santa Cruz con 2.506.
Las provincias con menor mortalidad son Corrientes (701) y Misiones (384).
En cuanto a la letalidad -un indicador que refleja los fallecidos en relación a los casos detectados de COVID-19 y está muy vinculado a la cantidad de testeos-, Jujuy está al tope del ranking con 4 fallecidos por cada 100.000 positivos; esto es casi el doble de la media nacional que es de 2.
También con un valor cercano a 3 se encuentran Salta, La Rioja y Buenos Aires.
El resto de las provincias se ubican en línea con la media nacional y por debajo de ella, con un valor de 1 fallecido por cada 100 contagiados, las provincias de Tucumán, San Luis, La Pampa, Santiago del Estero, Córdoba, Corrientes y Catamarca.