Los gendarmes detienen a dos pasajeras que trasladaban dos “ladrillos” con 1 kilo de cocaína en dos cajas con restos de comida.
El procedimiento derivó en la apertura de una encomienda que había sido despachada con cuadros que contenía 1 kilo de la misma droga disimulada dentro de los marcos.
Integrantes de la Sección Vial “Cabeza de Buey”, dependiente del Escuadrón 45 “Salta”, efectuaron el control de un transporte público de pasajeros proveniente de la ciudad jujeña de La Quiaca, con destino final el barrio porteño de Liniers. Ocurrió ayer, a la altura del kilómetro 1.545 de la Ruta Nacional N° 9.
Durante la inspección de los pasajeros, los funcionarios detectaron que dos mujeres de nacionalidad peruana, que carecían de documentación migratoria de ingreso al país, se contradecían en sus dichos, por lo que se profundizó el registro del rodado.
Consecuentemente, los gendarmes detectaron que dentro del habitáculo del aire acondicionado, había dos cajas envueltas en una prenda de vestir. Al abrir las mismas, hallaron dos “panes” con 1 kilo 38 gramos de cocaína.
Continuando con la inspección del equipaje de las pasajeras, el personal de la Fuerza constató que se había despachado una encomienda desde La Quiaca hacia Buenos Aires, en la cual figuraba una de las pasajeras involucradas como remitente y destinataria.
Como resultado del seguimiento y de la apertura del paquete postal, los uniformados, en conjunto con integrantes de la Unidad de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Salta”, secuestraron 1 kilo 87 gramos de cocaína, que se encontraba distribuido en 24 envoltorios envueltos en papel aluminio, ocultos dentro de los marcos de cuatro cuadros de madera.
